/ viernes 29 de marzo de 2024

Crecer entre muros y donde todas las casas son iguales

Tinta para un Atabal


Vilton es un niño privilegiado que ha vivido toda su existencia dentro de los muros de un fraccionamiento cerrado, donde todas las casas son iguales y la gente mala se queda afuera, o bueno, eso le han dicho su padre y su madre; y aunque él no entiende muchas cosas que escucha de ellos, ha ido aprendiendo a cuidarse... ¡de todo! De los vendedores de lotería, del pollo con hormonas, de las personas con cabello de colores, de las vacunas, de los millonarios, de los perros, de los gatos, de los taxistas y entre muchas otras tantas cosas que su padre y su madre paranoicos consideren una amenaza. Y es que cualquier teoría de conspiración encuentra terreno fértil para desarrollarse en esta pintoresca familia que ha decidido resguardarse en su hogar en donde todo es seguro. Pero todo cambia cuando la abuela se enferma y papá, mamá y Vilton deben renunciar a su comodidad y "seguridad" para ir a visitarla al campo en donde vive con todo el resto de su familia que Vilton nunca había conocido.

Esta es la premisa de la obra Vilton el Valiente, dirigida por la maestra Ana Bertha Cruces y escrita por el dramaturgo costarricense Estefan Esquivel, la cual tendrá temporada en el auditorio Eduardo Loarca Castillo, dentro del Museo Regional, todos los domingos a partir del 24 de marzo y hasta el 28 de abril, a las 12:00 horas.

Esta propuesta de teatro familiar intenta presentarle a las infancias una divertida historia llena de misterios y enredos, mientras que a las madres, padres, personas cuidadoras y al público en general los enfrenta a una realidad un poco obvia pero que muchas veces no dimensionamos en su totalidad: las infancias son un reflejo de su contexto y su familia. Muy frecuentemente, la forma en la que ven el mundo es gracias a la información que les brindamos. Justamente el personaje de Vilton es el que se enfrenta a este nuevo mundo que no conoce y utiliza la información que le han dado su madre y su padre para intentar entender lo que está viviendo, aunque con la imaginación de un niño podrán prever hasta dónde pueden llegar sus fantasías y desvaríos.

Y entonces, ¿cómo estamos formando a las infancias para afrontar este mundo?¿Cómo los preparamos para enfrentarse a lo que no conocen, con lo que es diferente? Y esto que voy a mencionar es importante: aunque el montaje cuestione esta situación no pretende aleccionar ni decirle a las madres y padres cómo deben educar a sus hijas e hijos, no es responsabilidad del teatro dar respuestas sino brindar preguntas para que sea el público quien desee buscar esas respuestas... o no. He ahí la decisión de cada quien.

Obra Vilton el valiente, Atabal. Foto: Cortesía / Diego Martinez

Es por esto que también me gusta pensar más en un teatro familiar y no solo en teatro infantil. Podría ser infantil si en la sala solo hubiera infancias, pero la mayoría de tiempo se encuentran familias, padres, madres y personas cuidadoras que más allá de acompañar a su hija o hijo, también se vuelven espectadores; si la obra solamente busca conectar con los niños y niñas, estamos perdiendo una oportunidad de vincularnos y generar convivencia, elemento central del teatro según el maestro argentino Jorge Dubatti quien define el convivio teatral como una reunión de artistas, técnicos y espectadores en un espacio y tiempo determinados que justamente es lo que permite que suceda el fenómeno teatral.

A partir de esto se vuelve necesario entonces crear propuestas escénicas que retomen la diversidad de familias que existen y les puedan brindar un espectáculo de calidad para que tanto la hija mejor de la familia, como el padre y la abuela puedan disfrutar de una experiencia teatral y no se vuelva solo un espacio "guardería" en donde depositamos al niño y yo me enajeno y me abstraigo porque la obra no está pensada para mí o incluso olvida completamente que todos fuimos niños y niñas en algún momento y nuestro niño o niña interna sigue existiendo y se puede conectar y reconectar con él, o ella.

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Vilton el Valiente es un espectáculo en el que tanto las infancias como la familia en su totalidad pueden pasar un buen rato porque la obra busca conectar con todas y todos sin distinción de edad. Tanto el dramaturgo como la directora, de la mano con las actrices y los actores, logran contar una historia divertida, utilizando diferentes recursos como son los títeres y la música en vivo. Además, cada uno de los personajes tiene un rasgo único que nos permite empatizar y comprender porqué piensa como piensa y es como es y que muchas veces accionan desde su inocencia y no buscan ser malos o crueles. Ya sea enfrentándose a un mundo diferente al que siempre ha conocido, huir de un mapache en el bosque o de un monstruo deforme que se escapa del laboratorio de una científica malvada, Vilton, junto con sus primos, logra aprender qué significa ser valiente y enfrentar los miedos –ya sean reales o imaginarios–, que muchas veces las cosas no son lo que pensamos y que no porque algo sea diferente o no lo conozcamos quiere decir que sea malo o esté mal. Vilton el Valiente es una invitación a reconocer nuestros propios miedos y a enfrentarlos, sabiendo que no estamos solos, que siempre habrá amigos y familia que nos apoye y nos permita enfrentarlos y vencerlos.


Vilton es un niño privilegiado que ha vivido toda su existencia dentro de los muros de un fraccionamiento cerrado, donde todas las casas son iguales y la gente mala se queda afuera, o bueno, eso le han dicho su padre y su madre; y aunque él no entiende muchas cosas que escucha de ellos, ha ido aprendiendo a cuidarse... ¡de todo! De los vendedores de lotería, del pollo con hormonas, de las personas con cabello de colores, de las vacunas, de los millonarios, de los perros, de los gatos, de los taxistas y entre muchas otras tantas cosas que su padre y su madre paranoicos consideren una amenaza. Y es que cualquier teoría de conspiración encuentra terreno fértil para desarrollarse en esta pintoresca familia que ha decidido resguardarse en su hogar en donde todo es seguro. Pero todo cambia cuando la abuela se enferma y papá, mamá y Vilton deben renunciar a su comodidad y "seguridad" para ir a visitarla al campo en donde vive con todo el resto de su familia que Vilton nunca había conocido.

Esta es la premisa de la obra Vilton el Valiente, dirigida por la maestra Ana Bertha Cruces y escrita por el dramaturgo costarricense Estefan Esquivel, la cual tendrá temporada en el auditorio Eduardo Loarca Castillo, dentro del Museo Regional, todos los domingos a partir del 24 de marzo y hasta el 28 de abril, a las 12:00 horas.

Esta propuesta de teatro familiar intenta presentarle a las infancias una divertida historia llena de misterios y enredos, mientras que a las madres, padres, personas cuidadoras y al público en general los enfrenta a una realidad un poco obvia pero que muchas veces no dimensionamos en su totalidad: las infancias son un reflejo de su contexto y su familia. Muy frecuentemente, la forma en la que ven el mundo es gracias a la información que les brindamos. Justamente el personaje de Vilton es el que se enfrenta a este nuevo mundo que no conoce y utiliza la información que le han dado su madre y su padre para intentar entender lo que está viviendo, aunque con la imaginación de un niño podrán prever hasta dónde pueden llegar sus fantasías y desvaríos.

Y entonces, ¿cómo estamos formando a las infancias para afrontar este mundo?¿Cómo los preparamos para enfrentarse a lo que no conocen, con lo que es diferente? Y esto que voy a mencionar es importante: aunque el montaje cuestione esta situación no pretende aleccionar ni decirle a las madres y padres cómo deben educar a sus hijas e hijos, no es responsabilidad del teatro dar respuestas sino brindar preguntas para que sea el público quien desee buscar esas respuestas... o no. He ahí la decisión de cada quien.

Obra Vilton el valiente, Atabal. Foto: Cortesía / Diego Martinez

Es por esto que también me gusta pensar más en un teatro familiar y no solo en teatro infantil. Podría ser infantil si en la sala solo hubiera infancias, pero la mayoría de tiempo se encuentran familias, padres, madres y personas cuidadoras que más allá de acompañar a su hija o hijo, también se vuelven espectadores; si la obra solamente busca conectar con los niños y niñas, estamos perdiendo una oportunidad de vincularnos y generar convivencia, elemento central del teatro según el maestro argentino Jorge Dubatti quien define el convivio teatral como una reunión de artistas, técnicos y espectadores en un espacio y tiempo determinados que justamente es lo que permite que suceda el fenómeno teatral.

A partir de esto se vuelve necesario entonces crear propuestas escénicas que retomen la diversidad de familias que existen y les puedan brindar un espectáculo de calidad para que tanto la hija mejor de la familia, como el padre y la abuela puedan disfrutar de una experiencia teatral y no se vuelva solo un espacio "guardería" en donde depositamos al niño y yo me enajeno y me abstraigo porque la obra no está pensada para mí o incluso olvida completamente que todos fuimos niños y niñas en algún momento y nuestro niño o niña interna sigue existiendo y se puede conectar y reconectar con él, o ella.

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Vilton el Valiente es un espectáculo en el que tanto las infancias como la familia en su totalidad pueden pasar un buen rato porque la obra busca conectar con todas y todos sin distinción de edad. Tanto el dramaturgo como la directora, de la mano con las actrices y los actores, logran contar una historia divertida, utilizando diferentes recursos como son los títeres y la música en vivo. Además, cada uno de los personajes tiene un rasgo único que nos permite empatizar y comprender porqué piensa como piensa y es como es y que muchas veces accionan desde su inocencia y no buscan ser malos o crueles. Ya sea enfrentándose a un mundo diferente al que siempre ha conocido, huir de un mapache en el bosque o de un monstruo deforme que se escapa del laboratorio de una científica malvada, Vilton, junto con sus primos, logra aprender qué significa ser valiente y enfrentar los miedos –ya sean reales o imaginarios–, que muchas veces las cosas no son lo que pensamos y que no porque algo sea diferente o no lo conozcamos quiere decir que sea malo o esté mal. Vilton el Valiente es una invitación a reconocer nuestros propios miedos y a enfrentarlos, sabiendo que no estamos solos, que siempre habrá amigos y familia que nos apoye y nos permita enfrentarlos y vencerlos.

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