Un hombre misterioso de capa negra pide silencio y con teatrales movimientos desde el proscenio indica que algo mágico está por ocurrir. Se abre el telón y papeles voladores que aparecen en el aire como hojas de otoño que caen, pero nunca tocan el suelo y se coordinan con la danza y el performance.
El Cascanueces Acrobático de la compañía china Dalian, viene por primera vez a Latinoamérica y se estrenó el pasado viernes en el Teatro Metropólitan donde convierte la tradicional puesta en escena de la danza clásica, en una versión con elementos circenses.
La historia de El cascanueces y el rey de los ratones, de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, cuya primera representación tuviera lugar el 18 de diciembre de 1892 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo con la coreografía de Marius Petipa y Lev Ivanov, en este siglo literalmente “voló” los parámetros establecidos.
Porque con una iluminación de constantes azules, el espectáculo contó la conocida trama que se escenifica en la temporada de Navidad, con malabarismos, algunos fallidos en la primera función, que permitieron una interacción con el público capitalino atento a cada uno de los números.
En los momentos que un ejecutante no se pudo parar sobre unas estructura móviles, los asistentes, en su mayoría adultos y niños, apoyaban el incidente con una ovación y posteriormente todo se normalizó y la pieza teatral transcurrió normal con más sorpresas en escena.
De esa forma, la música de Piotr Ilich Chaikovski ambientó el montaje multidisciplinario donde los alrededor de 45 artistas en escena narraron con expresión corporal por medio de la pantomima, piruetas, saltos y arneses, El Cascanueces en su narración original, donde después de una fiesta protagonizada por una familia adinerada se suscitan acontecimientos inesperados.
Como el hecho de que Martha no recibe el regalo esperado y su padrino, un mago paradigmático, le da un Cascanueces, que su hermano celoso rompe y después todo entra en un sueño donde el soldado cobra, vida, aparecen los ratones y la danza enmarca una historia de amor.
En dos actos, el show cumplió con espectacularidad, en la que también hubo fuegos artificiales y lo más sorprendente fueron los momentos en que los artistas se deslizaban por el escenario, con destreza y agilidad lo cual hacían que la producción fuera más dinámica y mereciera el aplauso final del respetable.
Cabe mencionar que El Grupo Acrobático Dalian de China se fundó en 1951 con un pequeño grupo de acróbatas. Actualmente es una gran organización dedicada a la industria del entretenimiento con más de 187 miembros y en el Teatro Metropolitán actuará hasta el 25 de noviembre.
En la función de estreno se hizo una alfombra roja donde acudieron algunas figuras del espectáculo como Luis Manuel Ávila y Bárbara Torres, conocida por su personaje de “Excelsa” entre muchos más.
