¿Qué falta cuando alguien hace falta?, es la pregunta que define la esencia de la puesta en escena Ojitos, misma que es dirigida por Jean Paul Cartensen y protagonizada por Mauricio Figueroa, Yadira Bárcenas, Cointa Galindo y Kali Cano. Este proyecto escénico que lleva tres años en cartelera contará con una breve temporada a partir de este primer fin de semana de septiembre en El Sótano Teatro.
La historia nos presenta a dos hermanas, Perla y China, quienes pasan sus noches tumbadas en el sillón de su casa en Lomas de la Tristeza, soñando con ser famosas. Las grandes aspiraciones rara vez se convierten en una realidad para quienes habitan en su colonia, pero eso no las detenía de fantasear con los ojos abiertos.
Esta burbuja de ensueño les sería arrebatada la noche que Perla desapareció, al igual que tantas personas de Lomas de la Tristeza. Este suceso impulsará a China a emprender una búsqueda y hacerle frente a la corrupción e indiferencia institucional. La joven podrá reconstruir sus sueños y deseos de la mano de Lucero, una mujer buscadora de personas desaparecidas.
Por la temática, la obra está dirigida al público de 15 años en adelante. Las funciones serán el 6, 7, 13 y 14 de septiembre a las 20:30 horas. La entrada general está en 300 pesos; 250 pesos al adquirir en preventa y para usuarios INAPAM y estudiantes. Se cuenta con la promoción de tres boletos por 600 pesos. Para mayores informes y reservaciones se puede comunicar a los teléfonos: 442 117 4262 y 442 121 4873.
Amplían el diálogo sobre la pérdida
Para Kali Cano, la escritora de la obra, Ojitos va más allá de hablar de las desapariciones o de poner un señalamiento a las autoridades por la crisis que existe en dicha materia; sino que pone un énfasis significativo en los afectos y en la verbalización de las pérdidas, lo que facilita que las personas que están viviendo una situación de esta naturaleza puedan verse entendidas y escuchadas.
“A veces la información que existe en los periódicos, la tele o radio es abrumadora y lejos de acercarnos a entenderla, nos termina alejando y provocando un bloqueo entre la realidad y la percepción pública. Me parece que el teatro permite, justamente, que el público pueda encontrar una correspondencia con estas situaciones. Hace que los canales puedan ser más accesibles y que se pueda empatizar sin caer en el morbo”, expresó en entrevista con Diario de Querétaro.
La actriz y escritora considera que el hecho de que en nuestro país se “desayune escuchando noticias terribles” ha provocado una normalización de la violencia y hasta cierto punto, una despersonalización de la misma. “Yo lo que he encontrado como una herramienta para poder abordar la temática y obtener el impacto que busco, es el priorizar el tema de los afectos; o sea, no mencionar tanto lo qué pasó o lo que imagino que pudo haber sucedido, sino que abordó la historia desde lo que compone a la ausencia, al amor o al cariño. Al presentar anécdotas llenas de amor hace que la gente que se siente ajena a esta situación pueda entender lo que pasan las familias, porque si bien no todos han vivido la desaparición de un ser querido, todos han pasado por la pérdida de alguien a quien aman”, agregó.
Para la construcción de la historia, Cano fue recuperando casos que aparecían en las noticias, al igual que vivencias propias al haber tenido que experimentar la desaparición de un familiar suyo. “He tratado de evitar los relatos y descripciones violentas, al igual que la violencia gráfica, eso no nos interesa. Lo que queremos es recuperar y reconstruir la dignidad de las personas que hemos sido víctimas y que hemos estado en búsqueda o en duelo. Por eso creo que los relatos amorosos aportan un montón y este enfoque ha sido bien recibido por integrantes de Colectivos de Búsqueda, que se han acercado a agradecer el tratamiento de la obra”, relató.
El hablar de este tema en un estado como Querétaro, que oficialmente no ha reconocido este fenómeno social, es de suma prioridad para todos los que participan en la obra, señaló la autora durante la entrevista. “Hace tiempo, cuando recién estrenábamos la obra, nos preguntábamos que si nosotros, desde el centro del país, estábamos en una posición para hablar de estos temas, puesto que hay otros estados de la república cuyos sistemas se encuentran completamente rebasados y aquí en Querétaro la narrativa oficial siempre ha negado esta situación. Pero colectivos y personas buscadoras nos señalaron que para hablar de estas pérdidas no se necesitan cifras exorbitantes, con una que ocurra ya estamos mal, ya es una emergencia, ya es una tragedia. Así que por eso mismo decidimos presentar este proyecto en la entidad”, finalizó.
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Hace unos días, la Comisión Estatal de Búsqueda y el Colectivo Desaparecidos Querétaro realizaron el hallazgo de un entierro clandestino en la zona serrana al norte de la capital queretana. El cuerpo pudo ser encontrado gracias a una denuncia anónima. “La desaparición no es normal, no debe suceder y jamás se debe minimizar”, señaló el Colectivo a través de su Facebook oficial donde transmitieron el descubrimiento. Este no ha sido el único que se ha encontrado a lo largo del año, en meses anteriores se reportaron unas fosas clandestinas en el municipio de San Juan del Río.
