Es el año 2200 y la Tierra yace cubierta de nieve. Hace tiempo que el invierno llegó para quedarse, por lo que la gente busca sobrevivir a toda costa. En ese contexto vive Imani, una mujer capaz de transformar sus sueños en ingenios y artefactos. Un día su rutina de invención se romperá cuando aparezca, como caído del cielo, un niño llamado Asimov. Él no parece recordar nada y lo primero que surgirá de su memoria serán tres reglas que no puede romper, ni contradecir pero que podrían cambiar el rumbo de las cosas.
Esta historia se cuenta en Asimov, una obra de teatro futurista escrita por Hiram Molina, en la que se retoman las 3 leyes de la robótica del bioquímico y escritor de ciencia ficción, Isaac Asimov.
El proyecto teatral cuenta con la dirección de Anabel Domínguez y la participación escénica de Andrómeda Mejía, quien es la encargada de manipular títeres de inspiración kuruma, una técnica japonesa muy tradicional.
La obra fue creada hace ocho años y desde entonces se ha convertido en uno de los montajes más representativos de la compañía Haruki Teatro.
Ganadora a Mejor Obra para Jóvenes Audiencias por la Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro en 2016, el proyecto ahora llegará a Querétaro con cuatro funciones especiales para celebrar este Día del Niño.
En entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO, Anabel Domínguez informa que se presentarán hoy en el Foro Escénico Museo de la Ciudad (Querétaro) y mañana en el Teatro La Pirámide (Corregidora), a las 11:00 y 13:00 horas.
Su nueva temporada es realizada con el estímulo de EFITEATRO y a través del programa Todos somos niños, por lo que el boleto general tendrá un costo de 100 pesos para chichos y grandes.
La directora señala que Asimov es un buen pretexto para reflexionar sobre el desarrollo humano y la ética, en tiempos donde la tecnología ha cobrado especial relevancia.
“De la mano del avance tecnológico tendría que ir nuestro humanismo, nuestra manera de proceder éticamente y aprovechar esa tecnología en beneficio de todos, de todos los procesos humanos sin que nos convirtamos en dependientes absolutos de la tecnología. Es muy importante que podamos hacer esta reflexión en conjunto con los más pequeñitos y jóvenes, para que lleven una vida más equilibrada”.
En la historia, explica Anabel, se retoman las tres leyes de la robótica de Isaac Asimov que no solo han sido detonantes para muchas historias de ciencia ficción, sino también “están muy vigentes en la actualidad porque tienen que ver con el desarrollo tecnológico de lo que significan los robots en nuestra época”.
Las tres leyes son directrices éticas que deben de seguir los robots, asiente, y detalla que la primera señala que todo robot debe proteger a los humanos; la segunda, que deben de obedecer a los humanos siempre y cuando no se contradiga la primera ley, y la tercera, indica que un robot debe de protegerse así mismo, siempre y cuando no entre en conflicto con la primera y segunda ley.
"¿Qué pasaría si un robot soñara?”, pregunta la entrevistadora a la directora, a propósito del eslogan de este proyecto teatral.
“Esa es la reflexión que queremos que deje a todos pensando. Estamos acostumbrados a que la tecnología esté al servicio de nosotros y se desarrolle porque son posibles nuestros sueños. Lo que se plantea con esta obra es qué pasaría si nuestras creaciones pudieran soñar también”.
Asimov fue estrenado en 2014 en el Centro Cultural Helénico, y su elenco está conformado por Andrómeda Mejía, Anabel Domínguez e Hiram Molina.
Cuenta además con música original de Jorge Martín Vargas y el trabajo del reconocido titiritero y constructor, Edwin Salas y Alejandra Vega.
Para mayor información sobre la compañía Haruki Teatro, ver en: @HarukiMx
