Títeres y titiriteros en la "pascua florida!, Querétaro 1825

Cartografía del tiempo y la memoria

Edgardo Moreno Pérez | Colaborador Diario de Querétaro

  · viernes 7 de abril de 2023

Manos de titiritero. Ciudad de México, 1929. Foto: Cortesía | @mediateca.inah

A Raúl Eduardo Ángeles y Jorge Smythe de La Gaviota Teatro y El Palacio de los Títeres, ya que con su quehacer crean la magia del acto escénico, despiertan la imaginación y enriquecen el espíritu.


A la manera de los antiguos comediantes: ¡Venid y veréis! ¡Cómo en la “¡Ciudad Santa de Tierra Adentro”, se presentaron los disturbios por una representación teatral de títeres y titiriteros! ¡Corría el Año del Señor de 1825!

En las próximas líneas tendremos un relato que pudo haber sucedido en una historia de Cervantes. Donde el Quijote ataca con furia los muñecos de trapo y cartón al retablillo del Maese Pedro. O quizá más cerca de El Retablo de las Maravillas –también de Cervantes Saavedra–, entremés donde se ironiza la sociedad que basa su entramado de relaciones en las apariencias de moralidad y honradez. La trama tiene como eje la familia, la educación, las creencias religiosas.

Edgardo Moreno es autor del libro “Vuelo y andanzas por los barrios de Santiago de Querétaro”, en el que hace un repaso por la historia de la ciudad. Foto: Archivo | Diario de Querétaro

Los pícaros –que los hay–, arriban a un pueblo para representar una función. Una vez instalado su cajón de títeres de haber armado su retablo. Le hacen saber a las autoridades de la localidad que solamente los vecinos que sean cristianos viejos y bien nacidos serán capaces de admirar las maravillas que se representan en el retablo. Los judíos y bastardos no podrán ver nada…

En la ciudad de Querétaro durante la primavera Pascual de 1772 había sucedido un escándalo. Debido a una compañía trashumante de titiriteros que arribaron para efectuar sus representaciones. Esperaban el tiempo propicio después de la Semana Santa, para iniciar con las representaciones. Algunos vecinos alertaron que se habían instalado y un tumulto de mujeres y hombres indignados destruyeron los cajones de los títeres, cuerdas, varillas, palos, muñecos. Poleas, fuelles, manteados, ardieron en la plaza de San Francisco.

Desde octubre de 1824, el estado de Querétaro era parte de la Federación, que entre otras cosas privilegiaba el estado confesional. – “La religión de la nación es la Católica Apostólica Romana, es protegida por las leyes y se prohíbe cualquier otra”. Art.3°. de la Constitución.

En este estado de cosas, las costumbres, prácticas religiosas y actos celebratorios de manera corporativa continuaban como en el periodo virreinal. Se mantuvo la pompa, el aparato religioso y gremial. Por las calles, plazas y atrios desfilaban o acompañaban a las imágenes patronales con solemnidad. Entre los fastos todavía prevalecía la mentalidad de las castas y el color de la piel como parte de la jerarquía social. El diarista José Xavier Argomaniz consigna los hechos del 23 de marzo de 1825 en la ciudad de Querétaro, cuando se hacía el traslado de la Virgen del Pueblito a visitar los templos de la ciudad. Coincidía también con las celebraciones de la Pascua Florida.

Teatro siglo XVII. Foto: Cortesía | Edgardo Moreno

“Habiéndose concluido en novenario de María Santísima del Pueblito y pasando la procesión por la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe. Al tiempo del repique se desprendió el badajo de la lengua del esquilón de la Hermandad y sin embargo del numeroso concurso de gente que había en el Cementerio, (se refiere al recinto que era parte del convento de San Francisco, hoy parte del Jardín Zenea), a ninguno perjudicó ni en lo más leve. La misma mañana y aún antes de entrar la procesión a la iglesia de Santa Clara, se fijó el cartel anunciando la comedia que se había de representar la misma noche, más aun parte del pueblo bajo o plebe llevando a mal aquella precisión o violencia, se tiró el cartel y lo hicieron pedazos, el gobierno que tuvo a mal este procedimiento y procediendo una representación a la principal autoridad dictó la providencia de que sin embargo de lo sucedido llevase adelante el que se verificase la diversión teatral, que se pusiese guardia doble en el coliseo y se distribuyeran por la ciudad patrullas bien ordenadas para evitar cualquier desorden que pudiera suscitarse. Ninguna novedad hubo y de todo esto resultó el que por mucha parte del pueblo se impetrase permiso del Ilustre Ayuntamiento para que se hiciese segundo novenario a la Santísima Virgen en la Parroquia de Santiago. El punto se discutió bastante por el Cabildo y autoridades y finalmente se resolvió en conceder el permiso. Dicho novenario ha de ser a expensas de los gremios y artesanos y comenzará el día 28 del presente”.

La autoridad por su parte hizo circular una hoja volante donde expresaba su punto de vista en virtud de los hechos ocurridos:

"Queretanos:

Ayer, unos cuantos sin conocimiento de lo que hacían rompieron el cartel que anunciaba la comedia, atropellaron la licencia que para hacerlas concedió el Gobierno, maltrataron a los dependientes del teatro que intentaron retirar el cartel y amenazaron de muerte a los actores si la representación se verificaba.

Este hecho no fue del Pueblo en esta Ciudad que amó siempre el orden, no originado de una verdadera piedad que desconoce este modo tumultuoso de manifestarse […] Las diversiones cesan cuando se hacen rogaciones públicas, entendiéndose por estas las que se verifican en nombre de esta Ciudad. Así que el novenario que anualmente se dedica a nuestra amabilísima patrona y Madre María Santísima bajo su milagrosa imagen del Pueblito se suspenden aquellas diversiones desde la víspera del primer día de novena hasta que esta concluye. En esta ciudad ha sido siempre costumbre, así como en la Capital de la federación, cuando es trasportada N. S. de los remedios, que la noche del mismo día en que la Santa imagen se traslada en Procesión, continúan las diversiones: por lo mismo ha sido muy extraño el acontecimiento de ayer y demasiado punible la conducta de sus promovedores. […] Queretanos: vuestra municipalidad no os confunde con aquellos revoltosos. La dulzura de vuestra condición jamás fue desmentida por vuestra conducta. […] Por esta se sacrificarán vuestras autoridades quienes han tomado cuantas precauciones crean necesarias al goce de vuestra felicidad."

NOTICIA NACIONAL. En la Gazeta [sic] Diaria de México apareció la versión de los cómicos, donde se expresa “el fanatismo”, el interés de mantener a la sociedad sin otras alternativas de diversión y la “hipocresía y la corrupción” de los queretanos.

Foto: Cortesía | Edgardo Moreno

“El 23 del pasado, con ocasión de haberse celebrado en esta capital un novenario a la Santa Imagen de la Virgen llamada del Pueblito, se suspendieron las funciones de la compañía cómica que se hallaba de misionera; pero cuando concluyó el novenario, que se preparaban nuevas funciones; un motín de zaragates se hechó [sic] sobre el cartel, lo rompió y maltrató a los dependientes de la compañía, atropellando así a la autoridad que había permitido las funciones.

Llegó el fanatismo al extremo de amenazar con la muerte a los actores si se atrevían a funcionar. El gobierno tomó las providencias más efectivas para castigar a los delincuentes, y la Municipalidad trató de proclamar a los ciudadanos para aquietarlos. ¿Será eterna la suerte de los queretanos, dominados por el fanatismo...? Todo el mundo sabe de las grandes disputas que hubo siempre sobre el establecimiento de un teatro que no pudo conseguirse, a pesar de las órdenes y resoluciones de la Corte Española. Una resistencia fanática se empeñó en sostener la sombría y austera sociedad de estos ciudadanos, resultando de la falta de este inocente desahogo, que las diversiones clandestinas, los juegos y reuniones peligrosas, han corrompido secretamente a la juventud, haciendo ciudadanos hipócritas y reservados, pues han pagado muchachos insolentes porque griten ¡Que viene el diablo! Cuando ven a una señorita con zapatos de color.

Quiera el cielo que seamos más virtuosos, más cristianos y menos hipócritas, porque lo que he observado constantemente, es que las pasiones están el corazón, y nunca en los carcañales ni en los ojos; y que, aunque así fuera, nunca falta qué mirar ni con qué andar cuando aquellas se insinúan, y que seguramente se explican con más energía con la privación”.

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Los Tartufos, –de siempre– aquellos falsos devotos que describió Moliere en el siglo XVII, “maliciosos e hipócritas”. Todavía dispuestos a censurar y precarizar las expresiones del arte escénico.

Cerramos con las palabras que Cervantes, puso en la boca de Maese Pedro: “Esta historia que aquí a vuesas mercedes se presenta es sacada al pie de la letra de las crónicas”.

Desde Anbanica - Teocalhueyacan.

Abril de MMXXIII.