Por: Yolanda Longino
En sus manos se aprecia la experiencia y herencia que han dejadosus antepasados en la elaboración de telares artesanales, llenosde color, de amor y recuerdos en los que se hacen presentes susraíces y tradiciones triquis, comunidad perteneciente al estado deOaxaca.
Margarita Ramírez es un claro ejemplo de ello, debido a quedesde pequeña a la edad de 10 años aprendió a tejer telares,convirtiéndose esto en una forma de vida, en la que moldea a untrozo de hilo.
Finalmente concluyo que la inspiración para el diseño deltelar proviene de la naturaleza, menciona Margarita, “puede serdesde un pájaro, una flor e incluso un paisaje”, y el tiempo deelaboración es de aproximadamente un mes.