La historia de un migrante mexicano que regresa a su tierra natal, luego de 33 años fuera de su país, será llevada a la pantalla grande en marzo del 2020 por “El Pozo”; un colectivo de migrantes que desde su conformación en 2009 –en Pilsen, Chicago–, busca llevar a escena la voz y la narrativa de migrantes afincados en los Estados Unidos. Tras su incursión en el cine con “Delia, el instante que precede”, un corto que relata la vida de una mujer migrante momentos antes de morir, la agrupación decidió aventurarse para crear su primer largometraje.
En la narración de este proyecto audiovisual, Horacio Sánchez, quien es el personaje principal interpretado por Febronio Zatarain, regresa a Tequisquiapan, de donde es oriundo, a morir. Manda su féretro en avión, mientras que retorna sobre sus pasos hacia su tierra, realizando el mismo recorrido que emprendió hace 30 años, cuando arribó como mojado a norteamerica persiguiendo el anhelado sueño americano.
El equipo realizó filmaciones en Chicago y Texas para la adecuación de la historia, además de Tequisquiapan, donde el colectivo grabó ayer la parte culminante de este proyecto, donde tanto en la narración, como en la vida real, coincide con la fiesta patronal en honor a Santa María de la Asunción.
“Para nosotros los mexicanos, la tierra prometida es la que dejamos, no a la que llegamos, y es eso lo que nos distingue de la migración europea que arribó a Estados Unidos”, dice Raúl Dorantes, director y guionista queretano de este proyecto.
El también escritor, originario del municipio de Tequisquiapan, agregó que aunque la película es ficción, está inspirada en la realidad de muchos que como él, tuvieron que migrar en los años 80.
“Estamos pasando por un periodo político bien complicado en Estados Unidos, y desde antes, con Obama, quien deportó tres millones de migrantes en su periodo; ahora se ha complicado más porque Trump atizó el fuego del racismo; pero de alguna manera eso ha hecho que nos unamos más (…) Nosotros (El pozo), con esta película queremos contribuir a que haya una mayor comprensión sobre el ser inmigrante”.
De acuerdo con Dorantes, la producción tuvo un costo de 25 mil dólares, cantidad que reunieron a través de las funciones teatrales que el colectivo realizó el año pasado, así como donaciones por parte de migrantes y sus familias.
Aunque el presupuesto fue poco, el realizador detalló que el reparto estuvo integrado en su mayoría por ciudadanos de a pie, quienes interpretaron a personajes que concordaban con sus roles y profesiones reales.
La productora Emily Masó adelantó que "Cuaco" será estrenada en Tequisquiapan y buscará colocarse en festivales, tal como el Festival de Cine Latino, de Chicago.