/ sábado 2 de noviembre de 2024

Tolimán y su tradición para recibir a las ánimas

Una tradición de los pueblos otomíes chichimecas, donde guardan culto a los que ya trascendieron y cada capilla muestra su linaje en este Día de Muertos 

En medio de un ritual con olor a incienso y copal, con música de violín y tradicionales huapangos es como dan la bienvenida a las almas que han trascendido a otro plano; en las antiguas culturas se decía que esas almas viajaban desde el Mictlán cuyo significado es el lugar eterno del reposo de los muertos, compuesto por nueve dimensiones que simulan un cómputo de tiempo.

En México celebrar a los difuntos es un día de fiesta y en lugares como Tolimán uno de los 18 municipios del estado de Querétaro, su tradición guarda el sincretismo de las culturas otomíes chichimecas, mismas que se entrelazan con la religión católica traída de los españoles.

En el municipio a poco más de una hora de distancia de la capital queretana los habitantes mantienen viva la tradición de la “Bienvenida de las Ánimas” donde abren sus capillas familiares que adornan para dar rendir culto a sus difuntos, en estos oratorios se puede ver la fotografía de los que ya no están, así como la comida, bebida y artículos que gustaban en vida. Como parte de los elementos se encuentra la flor de cempasúchil cuyo aroma sirve de guía a los espíritus en este mundo.

La cruz es un símbolo introducido por los evangelizadores españoles con el fin de incorporar el catecismo a una tradición tan arraigada entre los indígenas como la veneración de los muertos.

La imagen de las benditas ánimas del purgatorio, existe la creencia que en caso de que el espíritu del muerto se encuentre en el purgatorio, se facilite su salida.

En las capillas familiares de Tolimán es común que se perciba un fuerte aroma a copal e incienso; el copal es un elemento prehispánico que limpia y purifica las energías del lugar y el incienso santifica el ambiente.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

Arco, este se coloca en la cúspide del altar y simboliza la entrada al mundo de los muertos. Se le adorna con limonarias y flor de cempasúchil.

Papel picado considerado como una representación de la alegría festiva del Día de Muertos y del viento.

Velas, veladoras y cirios. Todos estos elementos se consideran como una luz que guía a las almas en este mundo.

El agua tiene gran importancia ya que, entre otros significados, refleja la pureza del alma, el cielo continuo de la regeneración de la vida y de las siembras; además, un vaso de agua sirve para que el espíritu mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos. También se puede colocar junto a ella un jabón, una toalla y un espejo para el aseo de los muertos.

Las calaveras se les considera una alusión a la muerte y recuerdan que esta siempre se encuentra presente.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

A decir de Genaro Nieves Cruz, representante del Concejo Indígena, la tradición de Día de Muertos en los hogares indígenas de la zona del semidesierto como lo es Tolimán, está relacionada con el calendario agrícola, por ser la principal actividad productiva que se desarrollaba en este zona, incluido el Valle de Bernal.

Cada capilla oratoria cuenta con su propio linaje donde se atesoran tradiciones de ánimas, cuadros que hacen referencia a los gustos y cualidades del difunto.

Las fechas que tiene Tolimán para evocar a los fieles difuntos comienza el 28 de octubre para quienes murieron de forma violenta. El día 29 esperan a las almas que murieron sin ser bautizadas, ni recibir un nombre, a ellas se les da la bienvenida con flores y veladoras que alumbran su camino y se tiene como creencia llegan con guerreros otomíes.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

El 31 dan el recibimiento a los niños bautizados a los cuales esperan con velas, juguetes, dulces y flores. 1 de noviembre se recibe a los difuntos mayores con música de violín, una canasta de flores silvestres amarillas y rojas.

Cuando las campañas de la iglesia suena las familias comienzan a realizar un camino de pétalos de flores y encender las velas, dando la bienvenida al difunto con su nombre y rezos.

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La gran celebración en el centro de Tolimán, comenzó el pasado 31 de octubre, con la exposición de los altares tradicionales de la cultura realizado por estudiantes del COBAQ plantel 6, que además se caracterizaron de elegantes catrines y catrinas, cuyos trajes fueron confeccionados por ellos mismos con materiales reutilizables que causaron gran admiración y llenaron de colorido y energía la plaza principal del municipio del Semidesierto para comenzar las festividades de Día de Muertos.

Para el actual presidente municipal, Alejo Sánchez, es de suma importancia dar a conocer las tradiciones que guarda Tolimán, un lugar que tiene un acervo cultural arraigado en las tradiciones de las culturas Otomíes Chichimecas y que en todo este mes de noviembre dedicarán a la memoria de los fieles difuntos en cada una de las capillas familiares para cerrar la festividad el día 30 con “La despedida de Ánimas” en donde cada familia hace tamales con frijoles para que los difuntos lleguen con bien a su morada y el año que entra los Señores de la Muerte, Mictlantecuhtli y su esposa Mictecacihuatl den el permiso a las ánimas de salir del Mictlán a encontrarse con sus seres queridos.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

En medio de un ritual con olor a incienso y copal, con música de violín y tradicionales huapangos es como dan la bienvenida a las almas que han trascendido a otro plano; en las antiguas culturas se decía que esas almas viajaban desde el Mictlán cuyo significado es el lugar eterno del reposo de los muertos, compuesto por nueve dimensiones que simulan un cómputo de tiempo.

En México celebrar a los difuntos es un día de fiesta y en lugares como Tolimán uno de los 18 municipios del estado de Querétaro, su tradición guarda el sincretismo de las culturas otomíes chichimecas, mismas que se entrelazan con la religión católica traída de los españoles.

En el municipio a poco más de una hora de distancia de la capital queretana los habitantes mantienen viva la tradición de la “Bienvenida de las Ánimas” donde abren sus capillas familiares que adornan para dar rendir culto a sus difuntos, en estos oratorios se puede ver la fotografía de los que ya no están, así como la comida, bebida y artículos que gustaban en vida. Como parte de los elementos se encuentra la flor de cempasúchil cuyo aroma sirve de guía a los espíritus en este mundo.

La cruz es un símbolo introducido por los evangelizadores españoles con el fin de incorporar el catecismo a una tradición tan arraigada entre los indígenas como la veneración de los muertos.

La imagen de las benditas ánimas del purgatorio, existe la creencia que en caso de que el espíritu del muerto se encuentre en el purgatorio, se facilite su salida.

En las capillas familiares de Tolimán es común que se perciba un fuerte aroma a copal e incienso; el copal es un elemento prehispánico que limpia y purifica las energías del lugar y el incienso santifica el ambiente.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

Arco, este se coloca en la cúspide del altar y simboliza la entrada al mundo de los muertos. Se le adorna con limonarias y flor de cempasúchil.

Papel picado considerado como una representación de la alegría festiva del Día de Muertos y del viento.

Velas, veladoras y cirios. Todos estos elementos se consideran como una luz que guía a las almas en este mundo.

El agua tiene gran importancia ya que, entre otros significados, refleja la pureza del alma, el cielo continuo de la regeneración de la vida y de las siembras; además, un vaso de agua sirve para que el espíritu mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos. También se puede colocar junto a ella un jabón, una toalla y un espejo para el aseo de los muertos.

Las calaveras se les considera una alusión a la muerte y recuerdan que esta siempre se encuentra presente.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

A decir de Genaro Nieves Cruz, representante del Concejo Indígena, la tradición de Día de Muertos en los hogares indígenas de la zona del semidesierto como lo es Tolimán, está relacionada con el calendario agrícola, por ser la principal actividad productiva que se desarrollaba en este zona, incluido el Valle de Bernal.

Cada capilla oratoria cuenta con su propio linaje donde se atesoran tradiciones de ánimas, cuadros que hacen referencia a los gustos y cualidades del difunto.

Las fechas que tiene Tolimán para evocar a los fieles difuntos comienza el 28 de octubre para quienes murieron de forma violenta. El día 29 esperan a las almas que murieron sin ser bautizadas, ni recibir un nombre, a ellas se les da la bienvenida con flores y veladoras que alumbran su camino y se tiene como creencia llegan con guerreros otomíes.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

El 31 dan el recibimiento a los niños bautizados a los cuales esperan con velas, juguetes, dulces y flores. 1 de noviembre se recibe a los difuntos mayores con música de violín, una canasta de flores silvestres amarillas y rojas.

Cuando las campañas de la iglesia suena las familias comienzan a realizar un camino de pétalos de flores y encender las velas, dando la bienvenida al difunto con su nombre y rezos.

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La gran celebración en el centro de Tolimán, comenzó el pasado 31 de octubre, con la exposición de los altares tradicionales de la cultura realizado por estudiantes del COBAQ plantel 6, que además se caracterizaron de elegantes catrines y catrinas, cuyos trajes fueron confeccionados por ellos mismos con materiales reutilizables que causaron gran admiración y llenaron de colorido y energía la plaza principal del municipio del Semidesierto para comenzar las festividades de Día de Muertos.

Para el actual presidente municipal, Alejo Sánchez, es de suma importancia dar a conocer las tradiciones que guarda Tolimán, un lugar que tiene un acervo cultural arraigado en las tradiciones de las culturas Otomíes Chichimecas y que en todo este mes de noviembre dedicarán a la memoria de los fieles difuntos en cada una de las capillas familiares para cerrar la festividad el día 30 con “La despedida de Ánimas” en donde cada familia hace tamales con frijoles para que los difuntos lleguen con bien a su morada y el año que entra los Señores de la Muerte, Mictlantecuhtli y su esposa Mictecacihuatl den el permiso a las ánimas de salir del Mictlán a encontrarse con sus seres queridos.

Foto: Irais Sánchez / Diario de Querétaro

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