Trabajo infantil en los circos: ¿Existe explotación?

Empresarios aseguran que los niños eligen esta labor, y reciben un sueldo por su trabajo; muchos fundan su propia carpa al crecer

Tamara Medina | Diario de Querétaro

  · miércoles 11 de enero de 2023

Foto: Miriam Martínez | Diario de Querétaro

Acompañar a sus padres en largas travesías, no poder realizar actividades como otros niños de su edad, y ser sometidos a largos y duros entrenamientos para los actos circenses, son solo algunas de los hechos que han sido calificados como “abuso infantil”, y que incluso en otros países han llegado hasta la corte.

Mario Medina, dueño de una de las carpas del Circo Hermanos Fuentes Gasca mencionó que esto no es más que uno de los tantos mitos que hay con respecto a la vida circense. “De ninguna manera se les obliga a trabajar. Ellos no conocen otra vida que la que tienen dentro de un camper (casas rodantes donde generalmente habitan los miembros de los circos). Cuando estamos de vacaciones o por ejemplo, cuando fue la pandemia, nos fuimos a nuestras casas y ni niños ni adultos nos acostumbrábamos a estar ahí, queríamos regresar a nuestro amado lugar, donde vivimos y hemos pasado prácticamente la mayor parte de nuestra vida” afirma.

“Los niños ven a sus padres, a sus demás familiares hacer las suertes, y ellos piden ser entrenados; ahí están duro y duro que quieren aprender”, menciona Mario.

Al platicar con tres niñas pertenecientes al circo Hermanos Fuentes Gasca, dos hermanas y una prima, ellas refieren sentirse privilegiadas por vivir dentro de la carpa y no cambiarían nada de su vida, pues mencionan sentirse orgullosas de pertenecer a él: “Desde chiquita me gusto hacer dominadas, mi papá me enseñó y me divierto mucho”, comenta Carmen (nombre ficticio para preservar identidad de la menor).

Foto: Miriam Martínez | Diario de Querétaro

Al cuestionarles si les pagan por las actuaciones que realizan, las niñas comentan que sí, “tenemos un sueldo y lo gastamos en lo que nos gusta; celulares, tablets o vamos al cine”, mencionan.

Para los menores, el acudir a la escuela, entrenar y vivir dentro del circo forma parte de su vida, es su día a día y por lo relatado a BARROCO, a ellos no les interesa vivir en ningún lado más; en entrevista con Francisco Gaona Prado, perteneciente a otra de las ramas del circo Fuentes Gasca, dice que todos en la gran familia circense están orgullosos de ser parte de esta comunidad: “Aquí nacemos, somos varias generaciones y traemos este estilo de vida en la sangre”.

Según refiere Gaona, a los niños se les da la oportunidad de realizar otras actividades e incluso irse a vivir fuera del campamento; sin embargo, su amor por la vida circense los llama y desde pequeños aprenden el oficio por convicción y no por obligación. “Nadie obliga a nada; por ejemplo, a mis hijos cuando eran niños los metí a la escuela en Acapulco o los dejábamos en casa de los abuelitos que ya tenían su domicilio fijo, pero ellos no querían estar allá, querían vivir en el camper". Hoy, con los maestros que envía la Conafe, es diferente, y los niños tienen estudios y capacitación dentro de las instalaciones. Los cuidamos y procuramos que tengan una buena niñez.

“Cuando ellos forman parte del espectáculo reciben su sueldo y comienzan a forjar su patrimonio. Muchos de los que comenzaron como niños de circos, hoy ya tienen sus propias carpas, es decir se convirtieron en empresarios”, asevera.

Foto: Miriam Martínez | Diario de Querétaro