Luego de casi tres meses sin actividad por la crisis sanitaria; cafeterías, restaurantes, gimnasios, centros comerciales e iglesias, entre otros espacios públicos, abrieron sus puertas para recibir a cientos de personas, quienes con cubrebocas y siguiendo las medidas sanitarias, se insertaron en la “nueva normalidad”.
Sin embargo, esta reactivación económica gradual de las actividades no esenciales, ha dejado fuera a teatros, cines, museos y recintos culturales, provocando que muchos, principalmente quienes conforman al gremio de las artes escénicas en Querétaro, se pregunten: ¿Y la cultura para cuándo?
Sin fecha de reapertura y sin un protocolo oficial que indique cómo será el regreso a estos espacios, varias agrupaciones artísticas han comenzado a organizarse para acordar ciertos lineamientos sanitarios, mientras que otras trabajan en propuestas que puedan adaptarse a las nuevas condiciones de vida.
“La mayor demanda que podemos hacer ahora es que nos dejen trabajar”, asegura Arturo Arias “Ruffo”, artista y director de “Circo Teatro Compañía”; una agrupación que desde hace más de dos décadas se ha dedicado a difundir y promover el nuevo circo en la ciudad a través de su Foro Experimental “El Fénix” y dos espacios de formación.
Aunque a largo de ese tiempo ha sorteado todo tipo de obstáculos –como cambiarse de sede y organizar eventos públicos para recabar fondos–, Ruffo asevera que nada se compara con la situación actual.
Recuerda que tras la declaración oficial de la pandemia en el estado, el 17 de marzo, decidió cerrar las puertas de su foro, justo en el arranque de su temporada más fuerte.
Luego de bajar su telón y cancelar funciones, la agrupación trasladó su espectáculo al espacio virtual; una estrategia que funcionó en un principio, pero que con el paso de los días, y por la sobreoferta de actividades digitales, fue perdiendo fuerza, lamenta el director.
Durante los últimos tres meses, más de 15 artistas de clown, malabaristas, acróbatas, zanqueros, magos, equilibristas, docentes y técnicos, mantuvieron a flote este proyecto, pero a falta de recursos, muchos tuvieron que claudicar. “Ya estamos cerrando nuestros espacios, ya no tenemos dinero. Me están renunciando los chicos, me dicen: ‘Ruffo con mil 500 pesos al mes no vivimos, así que vamos a agarrar otras propuestas, vamos a buscar otros trabajos’ (…) Es muy triste, porque no sabemos hacer otra cosa y no nos queremos dedicar a otra cosa. Este es nuestro verdadero oficio…. somos familias las que dependemos de esto”.
Más allá de solicitar apoyo económico, el director demanda que las autoridades habiliten los espacios culturales, o se aproximen a la comunidad artística para generar estrategias conjuntas que eviten la desaparición de estos espacios.
“No queremos que [los funcionarios] nos apoyen con despensas, lo único que queremos nosotros es que escuchen nuestras propuestas y que si se puede, las atiendan, porque no son malas, ninguna propuesta es mala; siempre suman… y no es para beneficio propio, es para beneficio de toda la comunidad”, recalca.
Ante la imposibilidad de realizar funciones en su foro y espectáculos masivos en el espacio público, Ruffo destaca entre sus propuestas la idea de un autocirco, para el cual manifiesta tener previsto un espacio y la infraestructura para hacerlo.
“Hace tiempo echamos andar un proyecto de circo móvil, así que nos hicimos de un camioncito al que le quitamos todo el bastidor y dejamos la plataforma; sobre ella construimos estructuras para los aéreos y sumamos equipo de sonido e iluminación. Así que lo que buscamos es meter este camión a un estacionamiento, y que la gente vaya a ver las funciones de circo en su carro (…) es una manera con la que pensamos reactivar la economía y el ánimo de las personas”, expresa.
En países como Argentina, Brasil y España, los autocircos han dado un nuevo respiro a las compañías cirqueras durante esta crisis sanitaria. En México, Circo Aurelio Atayde también ha logrado esquivar el descalabro económico, volviendo este atractivo muy popular entre los nuevoleoneses.
Retomando estas experiencias, Circo Teatro se encuentra en pláticas con la Dirección de Inspección del Municipio de Querétaro, quienes han solicitado a la agrupación la entrega de protocolos de salubridad y de seguridad vial para ese cometido.
¿Cómo será el regreso a teatros y foros?
A la par de este proyecto, Ruffo se encuentra trabajando en un protocolo sanitario para la reapertura de su foro, para el que contempla la construcción de un túnel sanitizante casero, y la confección de tapabocas que obsequiarán a los espectadores con la compra de sus boletos.
Sobre el procedimiento de ingreso, adelanta que emplearán un termómetro digital, colocarán gel antibacterial y tapetes sanitizantes, asimismo desinfectarán el espacio entre cada función.
Pero ¿qué hay en cuanto al aforo? Al igual que Ruffo, la directora de Cómicos de la Legua, Patricia Corral, afirma que es algo que debe discutirse a fondo, pues “ya se ha comentado que [los teatros] abrirán como los hoteles, en un 25% de su capacidad, y para mí eso no es operable. Creo que es importante ponerse en el lugar de nosotros [los artistas], porque con esa capacidad costará más dar una función [que cobrarla]. Hacer teatro es muy caro”, asevera Corral.
Junto con otras agrupaciones locales, entre las que figuran Teatrito La Carcajada, La Mirruña Teatro, Teatro Sol y Luna, La Tercera Llamada, Jaja Teatro, El Forito 3 Pesos y Avatares CIA Teatral, Cómicos de la Legua trabaja en un protocolo de reapertura, que permita a estos espacios mantener un aforo superior al 40% de su capacidad.
“Lo ideal sería 70%, de otro modo no vamos a aguantar mucho. Tan solo nosotros tenemos que seguir pagando sueldos de maestros (…) y de algunos compañeros del área administrativa, además de cubrir el mantenimiento de nuestro recinto, el cual asciende a 30 mil pesos al mes”, expuso.
Como se ha hecho en otros países, la directora comparte que en Cómicos mantendrán un metro y medio entre cada asiento, de tal forma que 78 personas (43.3% del total de su capacidad) puedan disfrutar de las funciones de manera simultánea.
Bajo esta y otras medidas, Corral asegura que los teatros y foros pueden regresar ya a funciones, de lo contrario “vamos a quebrar. Se tiene que revisar el costo, beneficio… pues recupéranos de una economía asfixiada va a ser difícil”, puntualiza.
Danza y cultura Post Covid-19
Además del gremio teatral, bailarines, coreógrafos, docentes y gestores culturales de la danza en Querétaro, buscan reactivar su economía.
En una reciente sesión virtual convocada por el Congreso Nacional de Danza (CND), el sector acordó integrar en un mismo documento sus principales demandas, para luego presentarlas en una reunión con la titular de la Secretaría de Cultura del estado, Paulina Aguado Romero.
“Quienes hacen danza han perdido el empleo, han perdido la posibilidad de una retribución económica en tanto que miles y miles que hacen danza en el país ya no pueden cobrar por clases, ya no pueden cobrar por funciones, muchas de las contrataciones que se tenían proyectadas se han caído y no sabemos para cuándo (…) El panorama para la danza está muy complicado, y se ve muy difícil para el resto del año. De acuerdo con el semáforo (de Covid-19) estaremos regresando en agosto, o sea dos meses más, y si bien nos va, con el 30% de ocupación en los espacios, es decir, con una posibilidad económica del 30%, y así el resto del año. Entonces es necesario organizarnos de manera urgente y poner sobre la mesa de las instituciones lo que nosotros requerimos para regresar a trabajar”, manifestó durante la sesión Erandi Fajardo, una de las integrantes del comité del CND.
Entre las demandas, los agremiados solicitan la integración de los trabajadores de la danza en los programas de desarrollo social del plan de reactivación económica impulsado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que incluye apoyos económicos para adultos mayores y jefas de familia, así como la generación de empleos, becas para jóvenes y el apoyo a la producción, educación y a la creación de trabajo en plataformas digitales para la danza.
La iniciativa forma parte del plan de acción que el CND diseñó en abril junto con 218 profesionales de 27 estados de la República, mismo que fue respaldado por la firma de más de mil 500 artistas de todo el país.
