Hace mucho tiempo, cuando los trenes llegaban a Querétaro cargados de pasajeros de todas partes, entre la muchedumbre destacaba la presencia de tres narradores muy peculiares, quienes aprovechando los largos trayectos, se dedicaban a entretener a los tripulantes con sus fascinantes historias, y aunque estos trenes desaparecieron, ellos continuaron con su labor, viajando de estación en estación para relatar nuevas historias.
Hoy volverán a presentarse para contar la historia de Dieguito, un niño al que le gustaba mucho dibujar y que desde muy chico tuvo la fortuna de conocer al afamado grabador mexicano, José Guadalupe Posada, y para que el pequeño pintor no desviara su camino, le aconsejó “capturar en sus dibujos el movimiento de la vida”.
“La historia es mucho menos biográfica y mucho más fantástica, porque queremos provocar la imaginación en los niños, y un momento de nostalgia a los adultos; por ello, los trenes aparecerán de todas las formas inimaginables”, aseguró la directora de Atabal Creación Artística, Ana Bertha Cruces, quien junto con su compañía, inspiró esta nueva propuesta teatral del libro “La fabulosa vida de Diego Rivera” de Bertram D. Wolfe, donde manifiesta que el primer dibujo que realizó el artista fue un tren, a la edad de tres años.
Esta simbiosis entre arte e historia, responde a los esfuerzos de la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro, por reactivar la vida cultural y artística de los inmuebles históricos de la ciudad, razón por la que invitó a esta compañía a presentarse con una obra inspirada en la estación.
“Pensamos que nuestro proyecto puede ir a más; estamos viendo la posibilidad de poder viajar a otras estaciones del país, contando historias representativas de cada estado (…) Pero apenas está germinando la idea”, apuntó.