En lo puro no hay futuro
la pureza está en la mezcla,
en la mezcla de lo puro,
que antes que puro fue mezcla.
Pau Donés
La tradición del huapango se mantendrá viva mientras logre transmitirse a las nuevas generaciones. Esta apuesta supone tomar el riesgo de impulsar diálogos intergeneracionales e interdisciplinarios; es decir, aceptar el reto de actualizar, ampliar y experimentar juntos, diversos códigos creativos. La Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro rinde tributo al huapango, género artístico fundamental que configura el alma queretana, regional y nacional e invita a toda la población a vivir el huapango de corazón.
Desde los territorios musicales que cultivamos en nuestra comunidad como el jazz, rock, mariachi, flamenco, funk, trova, guaguancó, danzón, son jarocho, salsa, música barroca y clásica, hasta el arte danzario mediante la danza aérea, contemporánea, folklórica, hip hop y, por supuesto, el huapango tradicional, compartimos la pasión y el talento de nuestra comunidad universitaria en la exploración de nuevas maneras de expresar el huapango, con una importante diversidad de opciones narrativas y exigencia en la calidad artística.
El huapango, nacido en la región Huasteca durante el siglo XVII habita en porciones de Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla, Guanajuato y Querétaro y su larga historia ha sido marcada por la convergencia de diversas influencias: nuestra ancestral sangre indígena, nuestra tercera raíz de origen africano, el barroco europeo, el flamenco y, por supuesto, otro son regional mexicano con el que comparte una importante carga de su evolución genética: el son jarocho que ha desplegado desde hace algunas décadas un formidable caudal creativo contemporáneo. En la Huasteca coexisten con enorme fortaleza tanto el huapango huasteco, de gran brío en su música y sus bailes, como el huapango arribeño que privilegia la palabra del poeta a través de décimas y versos con fundamento.
Como todo arte vital, el huapango está en constante transformación; resiste y cambia, se adecua a los tiempos que corren cuando sus herederos se apropian de antiguos repertorios archivados en la memoria colectiva y cuando las nuevas generaciones dan rienda suelta a su creatividad.
Los estudiantes, maestros, egresados y jubilados de la Facultad de Artes de la UAQ que fueron convocados a este ambicioso proyecto de Difusión Cultural, participan en la construcción de este espectáculo con temas originales compuestos ex profeso, coreografías y arreglos propios y, en los casos de los huapangos tradicionales, se procuró el mayor apego posible a la tradición. La diversidad de lenguajes musicales y coreográficos, de alternativas plásticas y visuales originales han creado la complicidad necesaria para que ¡Vive huapango! sea una gran fiesta, donde celebramos esta magnífica expresión artística.
¡Vive huapango! una producción de la Facultad de Artes de la UAQ, presenta a más de 170 artistas en este espectáculo interdisciplinario, intercultural, con perspectiva de género e intergeneracional. El eje narrativo es fundamentado por poetas de distintas tradiciones: desde la poesía arribeña y jarocha hasta el rap, la poesía es el faro que guía el rumbo de esta propuesta e invita al espectador a vivir el huapango como parte de ese mundo de extraordinarias posibilidades estéticas y simbólicas que alienta el festejo y la convivencia comunitaria. Por eso y a pesar de los tiempos convulsos que nos han tocado vivir, indudablemente ¡el huapango vive!
Para mí la tradición
no es reliquia del pasado
ni folclor pasteurizado
típico de una región.
No es especie en extinción
ni huele a fruta podrida
no es esa idea tan vendida
de costumbre decadente,
la tradición ciertamente
es el fuego de la vida.
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