William Nezme Zardain ha hecho de sus monstruos un espejo de su propia persona. Su proceso creativo, según comparte en entrevista, se ha vuelto además un camino de autoconocimiento.
“Yo siento que cada una de mis esculturas son autorretratos, son como fotografías de catarsis instantáneas (...) Aquí el asunto es que una foto es instantánea y la escultura es producto de un proceso que lleva más tiempo, eso lo hace más interesante, porque tienes una vivencia que tuviste un día y durante el proceso se va haciendo más compleja”, expresa el escultor y creador de monstruos en entrevista con BARROCO.
En la víspera de Halloween y Día de Muertos platicamos con el artista plástico, quien ha hecho de terror el fondo y la forma de su propuesta creativa, la cual conjuga con su labor escultórica con la que ha inundado la ciudad. Basta recordar que de la mente y manos de Nezme han vuelto a la vida, en cuerpo de bronce, el poeta Francisco Cervantes, el cronista Eduardo Loarca y el artista plástico Julio Castillo; además, Mario Moreno “Cantinflas” fue inmortalizado por William y su equipo en una escultura que se exhibe en la cabecera municipal de Tequisquiapan, por mencionar algo de su trabajo.
Este doctor Frankenstein contemporáneo y queretano, quien trabajó con Guillermo del Toro en su truncada adaptación de “En las montañas de la locura” de H.P. Lovecraft, parece tomar piezas de su propia vida para abstraerlas de su esencia y colocarlas frente él, en una especie de autorretrato que a muchos puede atemorizar; sin embargo, según explica Nezme Zardain en la entrevista, enfrentar a sus demonios es la única forma de construir su paraíso.
Yo creo que sí. La mejor forma de conocerse y de entenderse uno mismo y de comprender y concebir el mundo que te rodea es con tu obra, es como el equilibro y como lo que uno pretende lograr o debería ser o lo que al menos trato de lograr con mi obra, y obviamente una cosa es la fascinación y la parte romántica de lo que son los monstruos, porque con eso crecí, pero la otra parte, la más cruda es todos esos demonios que uno trae dentro
William Nezme / Escultor
- Entonces has encontrado en tu propio proceso creativo una manera de conocerte…
“Yo creo que sí. La mejor forma de conocerse y de entenderse uno mismo y de comprender y concebir el mundo que te rodea es con tu obra, es como el equilibro y como lo que uno pretende lograr o debería ser (…) obviamente una cosa es la fascinación y la parte romántica de lo que son los monstruos, porque con eso crecí, pero la otra parte, la más cruda, son todos esos demonios que uno trae dentro, que tienen que ver con mi enfermedad, yo padezco… ahora esta más controlada, pero padezco depresión y ansiedad desde mi adolescencia, y justo los monstruos, irónicamente, son los que me han ayudado a lidiar con mi mundo real y confrontarme a mí mismo y volverme un ciudadano funcional”.
Nezme, quien comenzó en el negocio del terror como escultor para la empresa Máscaras Rev, considera que el éxito de los productos que tienen que ver con “lo oscuro” se debe a gran medida a que estos se exhiben en ambientes “controlados” (como puede ser una sala de cine o una “casa de terror”), y después de haber pasado por un proceso de filtrado que alguien más realizó.
“Ellos (el público) van a ver como otro proceso ya digerido de esta catarsis, ese creo que es el éxito del género de terror, tú vas al cine a sentir miedo, porque es necesario sentir miedo desde un lugar totalmente seguro, vas a experimentar todos estos miedos desde esta perspectiva, pero desde un lugar seguro y a través de un artista, alguien que ya pasó por este filtro y ya te lo da de una forma digerida para que tú empieces tu propio proceso”, explica.
El origen
La fascinación por los monstruos y el mundo del terror nació en el escultor siendo muy niño. Recuerda que a la edad de 6 años vio por primera vez la cinta “Pesadilla en la calle del infierno” (Wes Crave, 1984), cuyo protagonista, Freddy Krueger, se volvió desde entonces su personaje de terror favorito.
“Era yo un niño muy miedoso, pero al mismo tiempo, el miedo era algo que me generaba mucha fascinación, desde chiquito era como morboso, y no sé, desde siempre he relacionado todo lo bueno en mi vida a los monstruos; entonces, haber crecido con esa dualidad le ha dado más fuerza para todo mi mundo interno de terror y al mismo tiempo es como magia y he tratado de respetarlo como algo así, si revelas el truco de magia, se pierde la sorpresa, prefiero dejarlo como un truco de magia”, refiere el artista plástico al admitir que pese haberlo analizado mucho, aún no encuentra el nexo que lo ayude a entender por qué ve en el terror su válvula de escape creativo y su forma de sanar.
La muerte
Si bien William ha hecho del terror su fascinación y el eje de todo su trabajo, asegura que la muerte no escapa de su materia de acción. En esta época del año, en las que hombres lobo conviven en los mismos estantes y anaqueles con catrinas y parcas, el “Frankenstein queretano” considera que también en su cabeza se guiñen sus monstruos con la muerte.
“Yo creo que el miedo más profundo en la mayoría de la gente va relacionado con la muerte y creo que no con el hecho de no existir o ya estar muerto, sino del proceso para llegar a la muerte o la muerte cercana, el dolor, finalmente. Cuando encuentras cosas no resueltas es cuando indagas en tu propia muerte y en la de los demás, son lugares donde no te puedes escapar de nada, estas totalmente vulnerable, porque ni de tu propia conciencia, no hay como escapatoria, si has hecho mal o bien las cosas, si tienes culpas, todas esas situaciones al final estarán ahí presentes cuando tocas el tema de tu propia muerte”.
- ¿A dónde se ira William Nezme después de morir?
“Es un tema en el que pienso muy seguido, me es totalmente familiar el tema de la muerte, porque en algún momento le tuve realmente pavor a la nada. Decir: a lo mejor sí hay dolor, hay carencias, hay muchas cosas complicadas, pero ¿será mejor la nada al dolor más fuerte? No sé, es como surreal ese concepto, pero por ese mismo miedo y por ese mismo hecho que me llevó a adorar a los monstruos me atrajo el tema de estar pensando constantemente en la muerte y llegué a la conclusión de que la muerte será vivir como, al menos eso quiero pensar, que mi energía va terminar transformando mi realidad o todo lo inconcluso en el más allá, voy a vivir mis propios sueños”.
- Sera tu paraíso, entonces…
“Aunque mi paraíso (lleno de monstruos) seguramente será el infierno de muchos otros”, sentencia.
William Nezme prepara una exposición de su exploración personal en torno a figuras monstruosas que prevé tener lista para el mes de febrero. Serán siete esculturas que retratarán al artista, aunque no de manera física, y en la que compartirá sus inquietudes como persona y artista.