A escasos minutos de que dio arranque el duelo entre Texanos deHouston y Raiders de Oakland, que marca el regreso de la NFL aMéxico, las gradas del dos veces mundialista Estadio Azteca seencuentran a la totalidad de su capacidad, y el escándalo de losaficionados ya cuenta por el de un graderío entero.
Minutos antes de que iniciara el partido algunos de losjugadores se encontraban en el terreno de juego enfrascados en sucalentamiento, mientras los aficionados se entretenían con lasimágenes que se transmitían en las dos pantallas gigantes delinmueble.
El ambiente no se hizo esperar, coreaban prácticamente cadaacción de los pateadores que calentaban, probando la resistenciadel aire y las ráfagas de viento que pudieran ser cruciales a lahora de cobrar un gol de campo.
Con cada evento, por insignificante que pareciera, en el terrenode juego, el graderío entero se iluminó con los destellos de losflashes de cámaras y teléfonos celulares, que buscan inmortalizarcada momento de este regreso de la Liga Nacional de FutbolAmericano a tierras mexicanas, desde aquel lejano 2005 en queestuvo aquí por última vez.
Aquella vez, Cardenales de Arizona se impuso sin problemas a49´s de San Francisco, un 31-14 que pasaría sin pena ni gloria alas estadísticas, en esta ocasión, al ritmo de la estridentemúsica en el "Coloso de Santa Úrsula", la afición espera paraver qué será de Raiders y Texanos, en el fin de 11 años desequía "nflera" en México.
