Acabó la aventura pero quedará grabada en los libros de la historia, lo que hizo el queretano Pablo Jiménez fue una hazaña, un ciudadano común y corriente subió la montaña más alta del mundo con todo y sus riesgos.
“Ya una vez bajando la montaña a campo base si estás en shock físico, emocional, es como que estás tocando tierra, aterrizando pero ya gracias a Dios llegué a casa estoy con la familia y me fui a comer unos tacos directamente que era lo que más extrañaba comer”.
Parte de las secuelas físicas que tuvo el queretano fue una gran pérdida de peso y además la capacidad pulmonar es diferente, tiene que acostumbrar su cuerpo a este nuevo clima.
“La verdad es que bajé nueve kilos, yo pesaba 78 y ahora peso 69, cuando llegué a Nepal llegué a recuperar y a comer de todo, fue muy chistoso porque estábamos comiendo en un hotel y nos servíamos platos y platos del buffet y el mesero nos dice, qué ustedes subieron el Everest o qué y sí acabamos de subir el Everest (ríe)”. Y también tengo consecuencias en los pulmones, evidentemente el cuerpo se cansa entonces yo lo explico como un coche de velocidades, a partir de la tercera ya no puedes subir a cuarta, en la tercera se queda el cuerpo forzado”.
Ya le cayó el veinte, Pablo Jiménez se da cuenta de la magnitud de subir la montaña más grande del mundo y es algo que poco a poco va asimilando.
“Sigo asimilando todo lo que pasó, sigo aterrizando de lo que se hizo, fue una aventura muy demandante mentalmente, físicamente, psicológicamente fue lo más difícil, es un trauma que se va pasando y agradezco a Dios que regresé sano y salvo”.
GENTE SIN VIDA
A través de sus redes sociales documentó su aventura y en una de esas historias que subió a su cuenta de instagram sale una persona sin vida.
“Tristemente a partir de los 8 mil metros parece un cementerio, literalmente vas caminando y pasando a lado de cadáveres, unos más congeladitos y el que me tocó documentar en redes sociales estaba más reciente, y me caí a lado de él y lo llegué a tocar y es algo muy difícil, tristemente en paz descansen, ya no pudieron llegar”.