Minneapolis, Minnesota.- Se acabaron las declaraciones y ambos protagonistas piensan únicamente en el gran choque del próximo domingo en el US Bank Stadium.
Tanto Águilas como Patriotas ya no tuvieron contacto con los medios de comunicación y ultimaron los últimos detalles para la edición 52 del Super Bowl, mismo donde Nueva Inglaterra, el actual campeón, parte como el gran favorito a levantar el anhelada Vince Lombardi.
En el campamento de Filadelfia, todas son buenas noticias. Los cuatro jugadores que estaban entre algodones se entrenaron al parejo y no parecen tener inconvenientes para ser de la partida. Doug Pederson, coach del monarca de la Conferencia Nacional, contó de nueva cuenta con el tackle defensivo Tim Jernigan, el corredor Jay Ajayi, el esquinero Donald Darby y el linebacker Dannell Ellerbe. Por su parte, en la vereda de enfrente todo es más misterioso. No se sabe con claridad cómo se encuentra de su lesión el estelar ala cerrada Rob Gronkowski. En Nueva Inglaterra confían que estará disponible al igual que su pasador Tom Brady, quien protege con unos guantes los puntos que le retiraron en su mano derecha.
La confianza y experiencia está de lado de los pupilos de Bill Belichick, mismos que están a un paso de igualar a los Acereros de Pittsburgh como la franquicia más ganadora en la historia de la NFL con seis títulos en la bolsa.
Los propios aficionados que se han trasladado a Minneapolis, en su gran mayoría apoyando a las Águilas, dejaron de lado a los protagonistas y se dedicaron a disfrutar de las actividades que rodean el esperado Super Bowl.