En 2019, Cooper Kupp observó impotente, con una rodilla maltrecha y el corazón magullado, cómo los Patriots derrotaban a sus Rams en el Super Bowl. Tres años después, llegó la hora del estelar receptor en el gran escenario y fue el MVP del triunfo ante los Bengals.
Kupp, de 28 años, no es el receptor más rápido ni el más grande (1,90m de altura, 94 kg de peso) de la NFL, pero esta temporada ha sido el mejor de todos ellos.
Para muchos merecedor del premio MVP (Jugador Más Valioso) de la temporada, que acabó en manos de Aaron Rodgers, este jugador de espesa barba rubia culminó la victoria del domingo de los Rams (23-20) con un touchdown decisivo a solo 85 segundos del final.
Para el equipo de Los Ángeles, el triunfo significó el segundo trofeo de Super Bowl de su historia y para Kupp su consagración definitiva en la élite de la NFL, que además pudo celebrar con su familia en el hogar de los Rams, el flamante SoFi Stadium.
"Perderme el Super Bowl fue una de las cosas más difíciles que me han pasado nunca", reconoció esta semana Kupp, que prometió "aprovechar al máximo cada momento".
Conexión con Stafford
Kupp y el 'quarterback' Matthew Stafford, aterrizado esta campaña en Los Ángeles desde los Detroit Lions, explotaron su telepática conexión para anotar dos touchdowns en la final.
"Nuestra química es producto de que pasamos mucho tiempo juntos, nos encanta. Tenemos tanta pasión por el juego y siempre buscamos formas de que cada jugada funcione", explicó Kupp ante la prensa.
La salida de Odell Beckham Jr, el otro gran receptor de los Rams, por lesión antes del descanso en el Super Bowl, dejó a Kupp como el gran objetivo de la defensa de Bengals.
Aún así, y aunque acababa de recibir un brutal golpe en un choque con Vonn Bell, Kupp encontró la forma de esquivar a sus marcadores y recibir el pase decisivo de Stafford.
"Fue increíble", dijo Kupp sobre la última serie ofensiva de su socio de 15 jugadas y 79 yardas. "Cuando llega la hora de la verdad, contamos el uno con el otro".
"Superarse a sí mismo"
El anillo de campeón de Kupp coronó una de las mejores temporadas para un receptor de la NFL, con un total de 1.947 yardas de recepción (145 pases atrapados) en la fase regular, la segunda mayor cifra de la historia.
Kupp también se hizo con la llamada "Triple Corona" (líder en yardas, pases atrapados y touchdowns anotados), una gesta que solo tres jugadores han logrado desde 1970.
El domingo fue el octavo receptor reconocido con el MVP del Super Bowl, un galardón normalmente reservado a mariscales de campo.
Esta colección de éxitos supone una gran recompensa no solo para el jugador sino para su familia, que se ha volcado en apoyar su carrera.
Su padre y su abuelo jugaron en la NFL y su esposa lo apoyó económicamente, trabajando a tiempo completo durante la universidad, para que Kupp pudiera concentrarse en el football americano.
En 2017 fue escogido por los Rams en la tercera ronda del Draft y, después de la decepción de perderse los playoffs de 2019, volvió más fuerte que nunca.
"Con perseverancia, puedes superarte a sí mismo para alcanzar la excelencia", resumió.