En un mensaje interno a los equipos de la liga de football americano (NFL), el comisionado Roger Goodell lamentó el sábado que la promoción de diversidad en la contratación de entrenadores ha tenido unos resultados "inaceptables".
El memorándum de Goodell fue enviado cuatro días después de que Brian Flores, recientemente destituido como técnico de los Miami Dolphins, presentara una demanda acusando a la NFL y a tres de sus franquicias de prácticas de contratación racistas y de discriminación racial.
Aunque la liga desestimó inmediatamente los argumentos de Flores, Goodell dijo este sábado que reevaluarán sus actuales medidas y directrices para promover la diversidad y contratarán a "expertos externos para ayudar en esta revisión".
"Hemos hecho esfuerzos significativos para promover la diversidad y hemos adoptado numerosas políticas y programas que han producido un cambio positivo en muchas áreas", afirmó. "Sin embargo, debemos reconocer que, particularmente con respecto a los entrenadores principales, los resultados han sido inaceptables".
Tras la salida de Flores de los Dolphins, los Pittsburg Steelers son el único de los 32 equipos de la NFL que cuentan con un entrenador principal afroestadounidense, Mike Tomlin. Al mismo tiempo, alrededor del 70% de los miembros de las plantillas son jugadores negros.
A principios de semana, Flores presentó una demanda en un tribunal federal contra la NFL, los Dolphins, los Denver Broncos y los New York Jets en la que alega que en la liga se niega deliberadamente trabajos a entrenadores negros por motivos raciales.
El técnico también acusó al propietario de los Dolphins, Stephen Ross, de ofrecerle pagos extra para que el equipo perdiera partidos, como estrategia para conseguir una elección más alta en el próximo Draft.
Tras esta acusación, negada por Ross, el comisionado Goodell dijo el sábado que la liga toma "muy en serio cualquier asunto relacionado con la integridad de los partidos de la NFL".
"Estos asuntos serán revisados de forma exhaustiva e independiente", afirmó.
En una respuesta al memorándum de Goodell, los abogados de Flores consideraron que puede tratarse apenas de un ejercicio de relaciones públicas sin voluntad real de cambios.