Con un amor incondicional a los caballos, Ana Laura Frías de 23 años, es practicante de Equitación en el Club Hípico Cimatario y es nuestra Súper Mujer de la semana, una persona apasionada y constante que heredó el gusto por este deporte gracias a su mamá.

“Tengo cuatro años practicando equitación y el gusto surgió por mi mamá que fue escaramuza toda la vida, gracias a ella desarrollé el amor por este deporte”.

SU MAYOR LOGRO

Tapatía de nacimiento pero queretana por adopción, Ana Laura es una mujer con metas altas y que se ve en competencias internacionales, puede presumir haber ganado el primer lugar en el Club Otomí pero es sólo el inicio de sus sueños.

“Saltar 1.10 y ganar el primer lugar en el Club Otomí, ese ha sido mi máximo logro pero quiero llegar a una competencia internacional como la de Wellington”, dijo.

Aparte de la admiración a su mamá, ella tiene un gran respeto por sus entrenadores que son los que la han llevado a tener un gran nivel en la equitación.

“Mis coaches son mi inspiración para ir más allá y sobretodo mi mamá que es quien me dejó el gusto por los caballos y a ella le debo esto”.

El esfuerzo y dedicación son la clave para poder llevar a cabo este deporte, Ana Laura dedica tiempo a la práctica pero también al cuidado de sus caballos.

“Practico entre hora y media y dos horas diarias de martes a domingo, los lunes los caballos descansan que es cuando viene el chequeo veterinario y los cuidados que deben tener”, comentó.

RIESGOS

Como todo deporte, la equitación tiene sus propios riesgos por lo que está consciente de la responsabilidad y las precauciones que debe tener al montar los caballos.

“Existe la posibilidad de un accidente que te puede dejar cuadripléjico al momento de saltar mal, por eso es muy importante que al momento de que saltes lo hagas con un instructor a lado para que te vaya corrigiendo las posturas o también por una caída puedes tener una fractura”.