Un avión chárter con 81 personas a bordo, entre las que habíajugadores del equipo brasileño de primera división el Chapecoenseque viajaba a Colombia para la final de la Copa Sudamericana, seestrelló cerca de Medellín causando 76 muertos, dijeronfuncionarios colombianos. Cinco personas sobrevivieron.
El saldo de muertos volvió a subir cuando un portavoz delChapacoense, Andrei Copetti, confirmó la muerte en el hospital deuno de los seis supervivientes iniciales, el portero Marcos DaniloPadilha.
El avión, un British Aerospace 146 para trayectos cortosoperado por la aerolínea boliviana LaMia, declaró una emergenciaa las 22:00 horas del lunes (0300 GMT) por un fallo eléctrico,dijeron autoridades de aviación.
La aeronave, que partió desde Santa Cruz, en Bolivia,trasladaba al Chapecoense al aeropuerto internacional José MaríaCórdova, en Medellín.
El equipo, originario del sur de Brasil y que había iniciado suviaje en Sao Paulo, iba a jugar el partido de ida de la final de laCopa Sudamericana contra el Atlético Nacional el miércoles en laciudad colombiana.
No estuvo claro de inmediato si el plantel cambió de avión enBolivia o hizo una escala en la misma aeronave.
"Lo que iba ser una fiesta terminó siendo una tragedia", dijoel alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, desde el centro demando de la operación de búsqueda y rescate.
En un breve comunicado publicado en su página de Facebook, elclub dijo: "Que Dios esté con nuestros atletas, dirigentes,periodistas y demás invitados que están con la delegación".
La CONMEBOL, la confederación sudamericana de fútbol, ofreciósus condolencias a toda la comunidad de Chapeco y dijo que supresidente, Alejandro Domínguez, estaba viajando a Medellín.Todas las actividades relacionadas con el deporte fueronsuspendidas hasta nuevo aviso, agregó.
Por su parte, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijoen un comunicado que "éste es un día muy, muy triste para elfútbol. En este momento difícil pensamos en las víctimas, susfamilias y amigos".
"FIFA hace llegar sus más sentidas condolencias a losseguidores de Chapecoense, la comunidad futbolística y lasorganizaciones de prensa en Brasil", añadió el titular delorganismo rector del fútbol mundial.
Docenas de rescatistas que trabajaban en la zona del siniestrose animaron al principio de la noche tras hallar a tres pasajeroscon vida de entre los escombros. Pero a medida que pasaban lashoras, y las fuertes lluvias y la escasa visibilidad dejabahelicópteros en tierra y complicaban los esfuerzos para llegar ala zona, el ambiente se enfrió hasta el punto de que lasautoridades suspendieron los trabajos hasta el amanecer,reconociendo que se trata ya solo de una operación para recuperarcuerpos.
La televisora local emitió imágenes de ambulancias quetrasladaron a tres hombres a un hospital en camillas, cubiertos conmantas y con un gotero intravenoso. Entre los sobrevivientes estáel defensa del Chapecoense, Alan Ruschel, quien según los doctoressufre lesiones medulares. El arquero Jackson Follmann, un miembrode la delegación del equipo y una azafata de vuelo bolivianatambién sobrevivieron al accidente.
A bordo de la aeronave viajaban 72 pasajeros y nuevetripulantes. La radio local dijo que el mismo avión trasladó a laselección de Argentina a Brasil para un juego antes este mes yantes llevó a la de Venezuela.
British Aerospace, que ahora opera con el nombre BAE Systems,dijo que el primer 146 despegó en 1981. Según la empresa, hastanoviembre de 2013 se construyeron menos de 400 ejemplares—incluyendo su predecesor Avro RJ — en Gran Bretaña. Alrededorde 220 siguen en activo con diversas funciones, incluyendo luchacontra incendios y servicios nocturnos de transporte demercancías, agregó.
Alfredo Bocanegra, jefe de la agencia de aviación civil deColombia, explicó que los reportes iniciales sugieren que elavión sufría problemas eléctricos, aunque los investigadorestendrán que estudiar el testimonio de uno de los sobrevivientesque dijo que se quedaron sin combustible a unos cinco minutos deaterrizar en el aeropuerto José María Córdova, en las afueras deMedellín.
La aerolínea LaMia tenía su sede en la ciudad venezolana deMérida hasta que se trasladó a Santa Cruz, agregó el voceroexplicando que en el pasado, la empresa trasladó a varios equiposbolivianos y al Atlético Nacional de Medellín a partidos en todaSudamérica.
Autoridades de aviación brasileñas dijeron que negaron lapetición de LaMia para realizar el vuelo chárter directamentedesde Sao Paulo, alegando que solo una empresa brasileña ocolombiana tiene permiso para realizar esa ruta.
Un video publicado en la página de Facebook del Chapecoensemostraba al equipo preparándose para tomar el vuelo antes el lunesen el aeropuerto internacional Guarulhos de Sao Paulo. No estuvoclaro de inmediato si el plantel cambió de avión en Bolivia ohizo una escala en la misma aeronave.
El club de la pequeña ciudad brasileña de Chapeco ascendió ala primera división del futbol brasileño en 2014 por primera vezdesde la década de 1970. La semana pasada se clasificó para lafinal de la Copa Sudamericana — el equivalente a la Liga Europade la UEFA— tras derrotar en el camino al San Lorenzo y aIndependiente, ambos argentinos, y al Junior de Barranquilla, enColombia.
"Esta mañana me despedí de ellos y me dijeron que íbamos apor el sueño, a convertir ese sueño en realidad", dijo un miembrode la directiva del Chapecoense a la televisora brasileña TVGlobo. "El sueño se terminó a primera hora de la madrugada".
El equipo es tan humilde que su estadio, con capacidad para22.000 personas, fue descartado por los organizadores del torneopor ser demasiado pequeño para la final, que se trasladó a 480kilómetros (300 millas) al norte a la ciudad de Curitiba.
"Esto es increíble, estoy caminando sobre el pasto del estadioy siento que estoy flotando", dijo Andrei Copetti, vocero delequipo. "Nadie entiende como una historia que eran tan increíblepudo sufrir un revés tan devastador. Para mucha gente aquítodavía no es una realidad".