Dos orejas de Año Nuevo

por Paulina Rico

  · martes 2 de enero de 2018

Martín Venegas.

Andre Lacravere y Francisco Martínez desprendieron una oreja a ejemplares de El Garambullo en la gélida y tradicional novillada de año nuevo en Plaza de Toros Santa María. Juan Pedro Llaguno, escuchó palmas en ambos de su lote y fecha de prestación.

Andre Lacravere

Vistiendo en fucsia y oro, Andre recibió a “Festejo” de 472 kgs, marcado con el No.147 de El Garambullo, bragado con el que cubrió el tercio de aretes con buenas facultades, empleando el recurso al violín, por la espalda y a manos juntas.

Faena complicada ante un viento que le descubría al cite.

Tandas por derecha a compás abierto fueron el mejor recurso para  terminar de arrancar embestidas a uno que fue de menos a más.

Estoque trasero y tendido hasta la empuñadura fueron suficiente para finiquitar al primero de su turno.

Salida al tercio para el Novillero español.

Con “Amoroso” de 425 kilos, marcado con el No. 146, Andre invitó a su compañero Francisco a colocar el tercio de banderillas, momento en el que calentaron el gélido clima que amaneció en la Santa María. 

Faena meritoria la de un Andre que mostró valor en la cara de un toro que le permitió transmitir; el viento fue un factor que evitó pisar y templar a este ejemplar, sin embargo, toreó cerca, provocando en un intento de rodillas (dando la espalda el toro) un levantón por los aires, sin mayores consecuencias. Estoque entero a un segundo viaje pero faena de entrega y valor le merecieron una oreja.

Francisco Martínez

Luciendo terno tabaco y oro, Francisco saludó a “Uno Más” de 464 kilos, marcado con el No. 140, cárdeno, bragado al que le colocó tercio de banderillas, buena colocación y recurso de facultades para salir de la cara del toro.

Cálido inicio de faena a pies juntos, cerca de tablas, para sacar por delante.  Rearmó para tomar por derecha y desprendió una primera tanda templada; intentó al natural sin resultados por el viento, repitiendo su primera combinación con calidad. Buena madera la de Francisco con estar primero de su lote al que desafortunadamente pinchó, requiriendo un segundo intento con el que tocó pelo. Un puntillero sin tino le levanto a su animal, por lo que dejó un par de descabellos. Un aviso de la autoridad y palmas de algún sector.

Con su segundo de nombre “Nostálgico” de 467 kilos, marcado con el No. 163, cárdeno obscuro, a Francisco le quitó los pies de la arena en los primeros saludos; excelentes pares de banderillas le merecieron calurosas palmas. Faena de claroscuros para Martínez, quien luego de algunos momentos en los que le corearon el olé, recibió un derrote que lo tendió e inmovilizó en la arena, momento dramático en el que su apoderado saltó a la arena por él, siendo también embestido; el joven novillero fue trasladado a la enfermería encamillado y Andre tocó turno para finiquitar a el ejemplar que parecía no saldría a matar Francisco, dejando un acero entero tendido y asomando de pie por la puerta de cuadrillas Francisco, quien solicitó una espada y se tiró a matar al suyo, dejando un pinchazo y un estoque entero al segundo viaje. Una oreja le fue concedida, pitada por un sector.

Juan Pedro Llaguno

Vistiendo en verde botella y oro, Llaguno vio salir a “Amigo” de 470 kilos, marcado con el No. 151, al que llevó al caballo para su cita con la vara.

Brindis emotivo con el de su presentación  a su padre y hermano (ambos matadores de nombre Juan Pablo) en complicado turno ante un viento que incrementó para ese momento de la tarde, difícil mantener el armado y templar con tal viento una embestida, intentó calar con muletazos de embestidas arrancadas y algunos trincherazos. Breve la actuación del espada queretano. Pincha hondo y palmas.

Con el cierra plaza de nombre “Primero” de 473kilos negro bragado, Llaguno tuvo menos oportunidades de lucir, ante el peor ejemplar del encierro. Buen inicio con el capote en sus saludos pero poco logró con la muleta ante la poca colaboración de su enemigo. Tras varios minutos de intento, Llaguno se tiró a matar con un acero de efectos prontos. Palmas para el queretano.