El matador de toros queretano, Pepe Díaz se encuentra ya recuperado de la cornada que sufrió el 1 de enero en la Plaza Santa María de Querétaro, en lo que fue una experiencia que sin duda le marco la vida por todo lo que sucedió en esa tarde tan especial, por lo que ahora ya piensa en que pueda participar en corridas que le permitan dar un brinco importante en su carrera.
Pepe Díaz manifestó que la recuperación fue rápida porque siempre ha estado en forma y con una buena alimentación, destacando que en un principio no se había dado cuenta de la gravedad de la corneada hasta días después.
“La recuperación fue muy rápida porque gracias a dios siempre he tenido una vida muy disciplinada, entregada y con una alimentación muy buena y prácticamente no deje de ir a hacer ejercicio sin forzar la pierna, una cornada grande de ocho centímetros hacia arriba y doce hacia abajo con daño en la safena, cornada interna con hemorragia y no nos dimos cuenta de la gravedad de la cornada hasta dos días después porque fue en la lidia del primer toro y parecía que no había pasado nada, pero en cuanto el toro me prendió yo sentí un pellizco profundo y sentí como la pila se me bajo, me vi sin la fuerza acostumbrada, pero no sabíamos que tenía y el pundonor y los deseos de siempre estar toreando y aprovechar lo que uno tiene enfrente me hicieron no hacer caso a ese dolor, estoy muy bien de la pierna, gracias a dios no paso a mayores, la recuperación fue muy rápida, me vendaron la pierna porque se estaba abriendo la tela que se llama aomipricio y epimicio que son las telas que cubren el musculo, ya llevaba una rajada que bajaba hasta la rodilla desde arriba del muslo, entonces la venda hacia que ya no abriera más y que de forma natural fuera uniéndose, gracias a dios ya estoy perfectamente bien, yo estaba bien al día siguiente, porque los toreros somos muy necios y creemos ser más fuerte de lo que somos, tuve que ir al doctor y me regaño” externo el matador de toros queretano.
Pepe Díaz destacó que esta situación es lo que lo hace querer darle a conocer a la afición cuales son las situaciones que se viven dentro del ruedo, lo cual es real tanto las cornadas que reciben los toreros como los triunfos o las malas tardes que se bien, pero también esto le ha servido para enfocarse en querer buscar buenas tardes con empresas serias que le permitan dar un brinco grande en su carrera.
“Este acto de haberme quedado en el ruedo sin meterme a la enfermería a revisarme pese a que el doctor en tres ocasiones me fue a ver y me decía que me quería revisar, fue una prueba personal muy fuerte, que hay que hacerle saber a la gente, a la afición, porque a veces en los toros nos jugamos la piel, lo que sucede en el ruedo es real, o sea te pegan una corneada y es verdad, que cortas las orejas y que triunfaste también es real, que no se pudo triunfar también, entonces hay que aquilatar el esfuerzo que hacemos los toreros que estamos obligados a hacer pero hay que hacerlo saber para darles el justo valor a las situaciones que se presentan, esto a mí me ha dado un valor personal muy fuerte en donde me he enfilado en buscar tardes, ya las empresas dirán donde, pero tardes que me ayuden a escalar en mi carrera, tengo dos corridas que estoy tratando, estoy haciendo labor, vamos bastante bien pero yo quiero llegar a cortarle las orejas a un toro dentro de un marco ya sea en la plaza que diga la empresa pero dentro de una organización fuerte que me ayude a pegar un brinco grande” dijo Díaz.
El diestro queretano, aprovecho la oportunidad para agradecerles a Nicolás González, Andrés Estévez, Álvaro Borbolla y a Gonzalo Iturbe por la oportunidad que le dieron de presentarse en la corrida del 1 de enero, pues sabían que era una prueba para él y siente que la supero de buena forma, por lo que ahora tiene objetivos más grandes.
“Esta posibilidad en la que estoy me la dio la oportunidad que me dio Nicolás González, Andrés Estévez, mi amigo Álvaro Borbolla y al matador Gonzalo Iturbe de haber podido torear esa corrida de prueba, porque fue una corrida de prueba ya que el encaste de Iturbe Hermanos es un encaste nada fácil y la prueba esta que me metió el cuerno”.
Finalmente, recordó que, a diferencia de otros toreros, ese 1 de enero acudió al sorteo y platicó con los apoderados de los demás toreros, para posteriormente irse a cambiar y prepararse para el compromiso en el ruedo, en donde en su primer astado fue donde recibió la cornada, ya que fue un toro con mucha embestida pero sin ritmo, además de que son de los que si cometes un error no te perdona y a partir de ahí se complicó la tarde, pues tuvo que matar además al toro del Canelo y a su segundo del lote.
“Era un toro con mucha acometividad, sin ritmo, sin tanta fijeza como aparentemente se veía por los movimientos del toro, era un toro que embestía y embestía pero carecía del ritmo de un toro enclasado digamos, en todas las faenas existe un punto en el cual el toro tiene la opción de agarrarte, a veces te perdonan y te lo permiten y a veces hay toros y ganaderías que no te lo van a perdonar, esta es una de las ganaderías que no te permite un error, fue en la tercera tanda, la segunda por derechazos, en el segundo derechazo le deje la muleta en la cara y el toro en lugar de tomar la muleta, me vio y no me la perdono, me agarro, entonces siguió la faena de ahí para adelante me sentí débil, le metí la espada y hubo petición de oreja, no la dieron y los jueces tendrán sus criterios, la pierna se inflamo con un hoyo arriba del muslo interior, desgraciadamente al Canelo lo revuelca el toro y le rompe el codo, al tener que matar yo a ese toro es donde me di cuenta que yo tenía algo porque me falto aire y empecé a jalar mucho aire pero no por asfixia sino porque sentí que me dio un bajo de algo y es que yo tenía un derrame interno en la pierna y lo pude matar bien y en mi último toro que fue el quinto de la tarde yo ya estaba con el daño hecho pero no sabíamos que teníamos, el toro me permitió pegarle una tanda de verónicas buenas, uno que otro muletazo aislado pero yo estaba ya mermado de esa facultad, las cosas se dieron muy bien gracias a dios, estoy muy contento de que tuve la capacidad de quedarme en el ruedo sin quejarme, porque ahora está de moda que todo mundo justifica y yo no lo voy a hacer” puntualizó Pepe Díaz, matador de toros queretano.