Querétaro vivió un domingo diferente, con la décima cuarta edición del Querétaro Maratón, por lo que los 18 mil 500 corredores inscritos se dieron cita en esta oportunidad en las inmediaciones de la Alameda Hidalgo para iniciar su participación y cumplir con la meta personal que se habían puesto.
La tranquilidad de la mañana dominical, se vio interrumpida por el bullicio de los corredores que poco a poco se hicieron presentes en su bloque de salida, para iniciar con el calentamiento minutos antes de las 06:00 horas, muchos buscaban la manera de llegar a los estacionamientos o bien, algún lugar en las colonias mas cercanas.
El calentamiento dio inicio a las 05:45 horas, con un gran ambiente, aunque muchos otros seguían llegando para ubicar su bloque de salida, en especial los que participarían en las distancias de Maratón y Medio Maratón, que serían los primeros en salir, algunos de ellos con sombrero y la bandera de México, así como algunos otros que llegaron disfrazados para darle un toque más especial.
En punto de las 06:00 horas salió el bloque de corredores de Sillas de ruedas, muletas y ciegos y débiles visuales, mientras que a las 6:15 horas se les dio la salida a los corredores de la distancia del Maratón, seguidos minutos más tarde de los corredores del Medio Maratón, lo que sin duda puso un gran ambiente y emoción en los que todavía estaban pendientes de iniciar la competencia.
Antes de iniciar, se entonó el Himno Nacional, para posteriormente escuchar el conteo de salida, aplaudiendo los corredores a los atletas del deporte adaptado, mientras que para los convencionales los gritos de aliento fueron mayores.
➡️ Únete al canal de Diario de Querétaro en WhatsApp para no perderte la información más importante
A las 6:35 salieron los corredores adaptados, especialmente en muletas de los 5 y 10 kilómetros, mientras que los convencionales de dichas distancias lo hicieron a las 6:45 horas, todos con un gran ambiente y convencidos de que harían una gran competencia, pero sobre todo, que regresarían a la meta en buenas condiciones y encontrarse con amigos y familiares que habían corrido o bien los habían alentado en algún punto del recorrido.
