Querétaro.- La llegada se la Selección Mexicana a Querétaro se dio en un ambiente de paz y sin tumultos. Sin embargo, el recorrido previo resultó toda una odisea para el Tricolor.

La salida se dio en el tiempo programado. A las 14:30 horas partieron desde el Centro de Alto Rendimiento en un autobús color rosa con la imagen representativa de la Federación Mexicana de Futbol, esto con motivo de la solidaridad con el mes de la lucha contra el cáncer de mama.

Durante el trayecto, un tramo considerable de la Autopista México- Querétaro registró una carga de tráfico importante debido a un cierre de carriles por obras de mantenimiento en el asfalto. A raíz de eso, el transporte de la plantilla mexicana tuvo que tomar una ruta alterna para no quedarse un periodo prolongado en el embotellamiento.

Con un retraso de entre 40 minutos y una hora con respecto a su itinerario, el seleccionado mexicano hizo acto de aparición en su hotel de concentración, en donde eran esperados por los huéspedes que supieron de su arribo, así como aficionados que ya aguardaron en busca de llevarse una foto o un autógrafo.

A las peticiones de la gente accedieron hombres como Hirving Lozano, Raúl Jiménez, Néstor Araujo y Roberto Alvarado. Cabe mencionar que el dispositivo de seguridad impidió que el grueso de la gente se acercara a sus ídolos.

Una vez instalados, los futbolistas tuvieron la cena a las 20:00 horas y después se dirigieron a descansar.

Así fue como Querétaro, con un clima frío y lluvioso, le abrió los brazos a su Selección. La Corregidora los espera ya con boletos agotados y la promesa de un gran ambiente para el compromiso contra Chile.