“Cada año uno se pone el listón más alto, y cada vez esmás difícil por los ataques infundados para la Fiesta”, aseguraquien desde hace cinco lustros organiza cada año un festejo quepretende, precisamente, acercar a cada vez más espectadores almundo del toreo.

Paco Parra tomó la organización del festival taurino del Díadel Trabajo cuando apenas se estaba forjando una tradición, y leha ido dando su propio estilo, transformándolo de aquellasprimeras charlotadas con los propios trabajadores queretanos, aabrir los espacios a toreros jóvenes y a diestros yaconsolidados.

“Don Nicolás González Rivas fue un pilar fundamental”,reconoce con un dejo de nostalgia el torero; “depositó suconfianza en mí al prestarme su plaza, que es ya un monumentohistórico, y siempre me aconsejaba, o me jalaba las orejas sihacía algo mal. Ver todo lo que se hizo aquí me llena desatisfacción”.

Por el festival taurino del día del trabajo en la queretanaplaza Santa María han pasado muchos toreros, incluidos LeonardoBenítez, José Mauricio, El Glison, o el rejoneador JorgeHernández Gárate, por sólo mencionar algunos. Él mismo bordó,hace un par de años, una faena memorable a un berrendo de LaPaz.

“Ha habido tardes muy bonitas, y alguna otra muy mala, perotodo es una experiencia importante”, asegura quien ha estado alfrente de la organización de esta tradición taurina porveinticinco años de los treinta que tiene de existencia.“Veinticinco años se dicen fácil”.

Parra recuerda que fue precisamente aquí, en este festivalanual, donde empezó a gestarse el logro de considerar a la FiestaBrava como patrimonio cultural del Estado, pidiéndolo con mantas,invitando a diputados, creando conciencia sobre la importanciacultural de este espectáculo tan complejo como apasionante.

El también formador de futuros toreros habla de la forma en laque se ha podido mantener esta tradición cuando asegura:“Siempre encuentras gente a la que le gusta la Fiesta, aunquecada año se vuelve más complicado. Ya vemos como las entradas hanido disminuyendo en las plazas, pero mientras haya ganas y aficiónlas cosas se mantienen”.

Fiel a su tradición, la novillada que se celebrará este lunesen la Santa María a partir de las cuatro y media de la tarde,será gratuita, y está vez da oportunidad a nuevas promesas deltoreo mexicano: el niño torero celayense Enrique de Ayala, y losnovilleros Francisco Martínez, Fernando Carrillo y Baruch Arreola.Mención especial merece el novillero de la tierra, EmilioSaavedra, estudiante de la escuela taurina que tiene como sede,precisamente, la plaza queretana.

“Invitamos a la gente a participar en esta oportunidad deapoyar a los jóvenes novilleros; que los apoye y que también lesexija, porque eso es importante para los muchachos”, dicetambién Paco. “Que este festival sirva para seguir dándole viday lucimiento a la Fiesta. Eso es una gran satisfacción”.

La novillada es financiada con las aportaciones de diversosempresarios y al desinteresado apoyo de los dueños de la plaza.Unos y otros hacen posible que este año se estén cumpliendo 30 dehaber iniciado su realización, los últimos veinticinco de loscuales han estado bajo la organización de Paco Parra.