FLOWERY BRANCH, Georgia, EE.UU. (AP) — Evidentemente, DanQuinn sabe a quién enfrentarán sus Falcons en el Super Bowl. Y nole sorprende: parece que Bill Belichick, Tom Brady y los Patriotsllegan todos los años al gran partido.
Un día después de conseguir que Atlanta llegara al Super Bowlapenas por segunda ocasión en la historia, Quinn y sus jugadoresvolvieron al complejo de entrenamiento en un suburbio al norte dela ciudad. Ahí, analizaron la forma en que aplastaron a Green Bayy luego pusieron la atención en el próximo rival.
"Llegar al Super Bowl no es una recompensa", sentenció Quinn ellunes. "Jugar bien y ganar, eso sí es la recompensa. Va a ser unabatalla endemoniada".
Inmediatamente después de que Nueva Inglaterra arrolló a losSteelers de Pittsburgh en la final de la Conferencia Americana,Belichick dijo que no sabía siquiera que los Falcons habíanconquistado el título de la Nacional.
Su homólogo de Atlanta sí estaba enterado sobre suadversario.
"Sí, lo sé", dijo Quinn con una sonrisa.
Confesó que no había dormido mucho por la noche, aunquerechazó que ello tuviera que ver con la preocupación de medirse alos poderosos Patriots.
"En general no duermo después de los partidos", dijo elentrenador, quien está en su segundo año al frente de losFalcons. "Pienso en lo que pudimos haber hecho de forma diferente.Hoy volvemos a nuestro proceso. Sinceramente, cuando estás ennuestras instalaciones, no importa si es la semana cuatro, la ocho,la 12, la 16 o la 19, todo se debe sentir igual. Tratamos deconseguir un campeonato cada vez que jugamos".
Los Pats saben algo de campeonatos. Se han convertido en elprimer equipo que llega nueve veces al Super Bowl, y la dupla deBelichick y Brady persigue su quinto trofeo Vince Lombardi.
Es todo un contraste respecto de los Falcons, que no hanobtenido el cetro de la NFL en sus 51 años de historia. Han pasado18 años desde la única vez que aparecieron en el Super Bowl. Elequipo, apodado entonces como los "Pájaros Sucios", fue aplastadopor los Broncos de Denver, guiados por John Elway, quien puso asíel broche de oro a su ilustre carrera.
Atlanta enfrentó todo tipo de distracciones en la antesala deaquel partido. El entrenador Dan Reeves sacó a relucir su agriaruptura con Denver; surgió una controversia sobre la forma en quelos jugadores habían viajado en un vuelo fletado a Miami, la sededel partido; el líder del equipo, Eugene Robinson, fue arrestadouna noche antes del Super Bowl por solicitar los servicios de unaprostituta.
Después, los Broncos se impusieron por 34-19.
Quinn no espera problemas semejantes para su equipo, antes odespués de volar a Houston.
"Con algunos equipos estaría preocupado, pero no con éste",comentó. "Este equipo tiene vínculos muy estrechos. Todos tienenuna firme responsabilidad mutua, una hermandad muy sólida. Sepreocupan por el otro y se dan cuenta de que jugarán por algogrande. Confío totalmente en este grupo".