En el estadio Azteca volaron las plumas con el agarrón que se dieron Águilas y Gallos. Dos de los equipos que mejor han hecho las cosas en lo que va de la temporada y que ofrecieron un empate a dos goles en el que hubo de todo: goles, emociones y hasta polémica.
El doblete de Henry Martín para reencontrarse con el gol sirvió de poco; Castillo y Escoboza impidieron la fiesta en Santa Úrsula.
Lo cierto es que pasan las semanas y los azulcremas siguen sin ganar. Viene la jornada doble y el Clásico está a la vuelta de la esquina.
EL JUEGO
El agarrón en el estadio Azteca entre América y Querétaro lucía más que interesante. Dos de los equipos que mejor lo han hecho en el campeonato se enfrentaban para luchar por los primeros puestos de la clasificación general y comenzar a encaminarse de lleno a una Liguilla ya no tan lejana.
El colombiano Castillo arrastró la bola en diagonal desde la izquierda con dotes de velocidad y potencia. Al ver bien ubicado al 9 queretano, le tocó la bola y este no dudó en devolverle la pared de primera intención para dejarlo mano a mano con Guillermo Ochoa. Fabián, con libertad, fusiló al meta americanista e hizo estallar a la parcialidad visitante que se hizo presente en gran número. Lo ganaba ya el Gallo.
Un tiro de media distancia de Ibarra rebotó en Jair Pereira. El esférico subió como un globo y ahí, el “Búfalo” ganó el movimiento en el área para tocar suave ante la salida de Alcalá. ¡Gol de América!
Cerca de la recta final, el intercambio de goles se volvió a hacer presente. Primero fue América. Federico Viñas recibió en medio campo y se acompañó con Henry Martín. El yucateco metió cuarta y emprendió la carrera rumbo al área. Gil Alcalá intentó achicar, mas el delantero amarillo le ganó al tocar cruzado y conseguir la remontada momentánea.
Así como las Águilas le habían borrado la sonrisa de inmediato a los Gallos en el primer tiempo, esta vez Querétaro les devolvió la cortesía cuando Jesús Escoboza empató otra vez el juego de forma inmediata.
El mediocampista probó de fuera del área y un desvío Jorge Sánchez liquidó a un Memo Ochoa que ya se había lanzado por la bola. ¡Gol de Querétaro!
Lo demás fue emoción pero dividieron puntos.