Fue toda una tragedia. El 10 de mayo de 1987, es una fecha que está grabada en la historia del futbol queretano, un lamentable accidente cobró la vida de tres jugadores de los Gallos Blancos, equipo que buscaba en aquel entonces el ascenso a la Primera División, el cual no consiguió al caer en tres encuentros ante los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) hace ya 35 años.
La escuadra queretana, que en esos años pertenecía a la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), había llegado hasta el duelo por el ascenso a la Primera División en ese 1987, por lo que se enfrentaron a los Correcaminos, a quienes visitaron en el primer encuentro y consiguieron un empate a cero goles en dicho compromiso, por lo que las esperanzas de los queretanos de llegar a Primera División eran mayores.
El conjunto queretano tendría ahora la oportunidad de lograr el ascenso en casa, en el Estadio Corregidora, por lo que después del encuentro en tierras tamaulipecas, decidieron regresar a tierras queretanas de manera inmediata, para preparar lo que sería la vuelta de este compromiso, sin embargo, los queretanos no contaban con que, esta decisión marcaría la historia y el futuro del conjunto en el balompié nacional.
El autobús de Gallos Blancos proveniente de Ciudad Victoria, se volcó alrededor de las siete de la tarde de aquel 10 de mayo de 1987, debido al exceso de velocidad y la pertinaz lluvia que estaba cayendo ese día en la carretera México-Piedras Negras, suscitándose el percance justo en el kilómetro 67, entre las ciudades de Huizache y Matehuala,
Lamentablemente, el saldo de este accidente fue de tres jugadores fallecidos, a pesar de los esfuerzos de sus compañeros por tratar de salvarles la vida, dichos elementos que enlutaron al futbol y a la escuadra queretana fueron Agustín Jiménez, Gerardo “Pillo” Orona y René Montalvo, a quienes la afición local lloró y despidió con mucho cariño a estos ídolos de la entidad, lo cual quedo demostrado con la gran cantidad de personas que rodearon los féretros de los “gallos” en su camino a la última morada.
A pesar de esta difícil situación que vivió el equipo queretano, el encuentro de vuelta se llevó a cabo en el Corregidora, nuevamente con empate entre estos dos equipos, por lo que se tuvo que disputar un tercer juego para definir al equipo que ascendería a la Primera División, el cual se realizó en el Estadio Azteca en la capital del país, en donde los Correcaminos de la UAT consiguieron la victoria en tanda de penales.