Dejó de ser un partido cualquiera, aquella tarde negra del 5 de marzo se convirtió en una barbarie, la cancha, tribunas y pasillos del estadio se convirtieron en un campo de batalla entre las barras de ambos equipos que acabó con 23 lesionados 3 de ellos de gravedad, además de más de 30 detenidos hasta el momento, un capítulo que nunca se va a olvidar.
Esto es cosa seria, amenazas en redes sociales por parte de los aficionados de Atlas con sed de venganza han circulado en los últimos días, por eso aficionados de Gallos no deben viajar al estadio Jalisco para evitar cualquier situación que se salga de las manos como aquella vez en el estadio Corregidora.
Lo futbolístico es lo de menos, el Atlas bicampeón y los Gallos en el hoyo, este partido tiene los reflectores puestos en las tribunas, en la llegada de los equipos, en una posible revancha que mantiene a todos en alerta, sin duda será un parteaguas para las autoridades el cómo manejen este encuentro.
La resistencia tiene prohibido viajar a estadios visitantes por tres años si es que aún existiera esta barra, mientras que aficionados de Gallos que vayan de forma independiente estarían exponiéndose si viajan al Jalisco. Para que esto no se salga de las manos las autoridades tendrán 1300 elementos resguardando el estadio y escoltando el camión de los Gallos desde las afueras de Guadalajara, durante toda su estancia en la ciudad y a la salida, por que también los jugadores fueron víctimas de amenazas sin deberla ni temerla.
Hoy el futbol se convirtió en esto, se salió de las manos y ahora un partido deportivo puede convertirse en un campo de batalla, las familias perdieron tranquilidad y el aficionado apasionado ve la oportunidad para tomar revancha, triste pero cierto.
Todo listo para esta noche en punto de las 21 horas para el partido entre Atlas y Gallos, donde esperemos no se repita lo sucedió el 5 de marzo, un día que todos queremos olvidar.