Hoy el resultado fue lo de menos, la relevancia de este partido estaba en las tribunas, Atlas y Gallos dejaron atrás aquel episodio negro del 5 de marzo y la rivalidad quedó solo en la cancha de forma deportiva, un partido envuelto por la paz y armonía no tiene precio.
Atlas ganó bien, los hizo contundentemente por marcador de 3-1 y los Gallos alargaron su racha a 41 juegos sin ganar de visitante y tampoco han ganado en este torneo.
EL PARTIDO
El reencuentro de estos equipos tras el 5 de marzo, a cinco meses de aquél fatídico día estaba bajo los reflectores, el futbol no es lo mismo después de lo sucedido en el Corregidora, Rojinegros y Gallos tenían un compromiso más allá del futbol y era mandar un mensaje de paz a todo el mundo.
Lo futbolístico fue lo de menos, lo que se esperaba es que las tribunas disfrutaran de un partido rodeado por la paz y así fue, la afición rojinegra se metió con todo al partido pero la violencia quedó de lado, así como debe ser.
Partidazo desde el primer minuto de juego, parecía una final, Atlas e fue con todo y en los primeros segundo una falta dentro del área no fue marcada como penal para los locales. Los Rojinegros dominaban y los Gallos se defendía con los espolones bien puestos. Al 32’ una jugada de Sepúlveda fue marcada como falta por Martín Nervo, era el último hombre y tras revisar el VAR fue expulsado, el Atlas ya jugaba en desventaja; dos minutos más tarde llegó el gol de Gallos, el mismo Sepúlveda con un vistoso remate de cabeza venció a Camilo Vargas para poner el 0-1 queretano, nadie lo podía creer.
La intensidad del partido era muy alta, por un lado el bicampeón y por otro los Gallos con 40 juegos sin ganar fuera de casa, dos realidades completamente distintas. Con la ventaja de Gallos se fueron al descanso.
Para el complemento con todo y un hombre menos, el Atlas se adueñó del partido, se fue con todo y provocó rápidamente jugadas de gol, los locales avisaban con una tras otra. Pero los Gallos pusieron de su parte, Mendoza se hizo amonestar de forma infantil, ahí es cuando Mauro debió hacer el cambio porque el árbitro estaba muy presionado por la afición y jugadores, minutos después otra falta inútil en medio campo para dejar a su equipo con 10 hombres. Increíble.
El Atlas en un abrir y cerrar de ojos le dio la vuelta al partido, primero una falta sobre Osejo dentro del área que fue penal bien cobrado por Reyes y después Oziel Herrera con disparo de fuera del área para poner el 2-1, el Atlas con su calidad lo hizo ver fácil y Gallos siendo Gallos. Y para sellar Quiñones apareció para meter el 3-1, los Gallos destrozados mentalmente.
Pero no, lo importante no era el resultado en la cancha, lo importante fue que las tribunas disfrutaron de un gran partido, volvió la paz en las tribunas.