No es una película de hooligans ni una guerra campal, tristemente el futbol se manchó nuevamente de sangre en las tribunas y es algo que no debe tolerarse por ningún motivo, la esencia del futbol se está perdiendo cada vez más y prueba de ello es el terrible capítulo que protagonizaron la “Guerrilla” de San Luis y la “Resistencia” de Querétaro.
Para el guardameta queretano Gil Alcalá no se puede tolerar algo así y a pesar de que las medidas tomadas por la Comisión Disciplinaria fueron drásticas, es lo mejor para poder erradicar la violencia de los estadios de futbol.
“Sabemos que es reprobable la actitud que tomaron las dos aficiones, no vamos a defender a nadie, sabemos que a un estadio de futbol se va a disfrutar con la familia lo tuvimos una semana previa el promover un clásico sin violencia pero se salieron de control las cosas y la Federación tomó cartas en el asunto con decisiones muy fuertes que ayudan a erradicar la violencia lo más pronto posible”, dijo el meta queretano.
EL CORAZÓN DEL EQUIPO
Sí, su apoyo es importante y más en casa, pero bajo ninguna circunstancia se puede tolerar una actitud así, al final de cuentas Alcalá sabe que los aficionados van a estar en el estadio apoyando aunque no sea como una “Barra”.
“La Barra es como el corazón del equipo, tanto los jugadores locales como los visitantes disfrutan de un buen canto y eso es lo que le da la pasión al encuentro, sabemos que una porra siempre va a ser esencial para nosotros pero tenemos que tomar una actitud distinta y sabemos que la afición va estar ahí aunque la barra no esté”, dijo.
LE AVENTARON DE TODO
Las agresiones también llegaron a la cancha, Gil Alcalá fue bañado en cerveza y recibió todo tipo de objetos que volaban desde las tribunas.
“Sabíamos que iba a ser una rivalidad importante con los contrarios pero la situación de la gente nosotros no lo podemos controlar, a mí todo el partido me tocó una situación complicada de ser bañado en cerveza, de arrojarme objetos y sé que así se vive un clásico, sé que a las personas la pasión les gana y se salieron de control las cosas, no es la actitud que se debe tomar”.
Y agregó: “La gente puede ir y gritar lo que quiera, desahogarse y poder disfrutar de un bonito partido porque creo que así lo demostramos los dos equipos en la cancha y sí es muy complicado estar ahí y ver que tu gente se está peleando con otras personas y tú no puedas hacer nada más que quererlos tranquilizarlos y desgraciadamente te deja un mal sabor de boca independientemente de haber ganado el partido”.