Aguascalientes.- Una ciudad conocida por la Feria de San Marcos, una de las más grandes de todo el país, pero esta vez eso no era el atractivo, esta vez los reflectores se los llevó el inicio de la liguilla con la visita de los Gallos.
Música, banderas, camisetas, olor a comida, sonrisas, dos equipos que llegaban en paridad de condiciones pero los queretanos visitan un terreno que no era favorable, la casa del Rayo.
Mucho aire pero nada importaba, Gallos regados por la explanada del estadio muchos de ellos viajaron por su cuenta -la sanción impedía que viajara la porra queretana - algunas familias y uno que otro aficionado viviendo en tierras hidrocálidas, es el caso de Obed Zúñiga, quién lleva 6 años en Aguascalientes pero su corazón era emplumado.
“Me vine a trabajar acá, es una ciudad tranquila y con menos tráfico que en Querétaro y hoy gracias a Dios le tocó venir a mi equipo y vengo a apoyarlos”, dijo el aficionado.
La hora estaba por llegar, la gente se acercó a los accesos al estadio Victoria y aunque parezca raro, no se percibía la reventa, parecía que cada aficionado había conseguido su boleto justo a tiempo.
Era la fiesta de la liguilla, un ambiente incomparable, un ambiente amigable incluso donde un aficionado vestido de Gallo podía caminar sin problemas en medio de la multitud de camisetas rojiblancas, el partido pintaba para no decepcionar.
Priorizan la seguridad
Elementos de la Policía Municipal de Aguascalientes se acercaban a aficionados con playera de Gallos para preguntar si venían como porra o cómo familia, esto debido a la sanción que recibió la Resistencia Albiazul de no poder asistir a ningún juego durante el presente torneo.
Acto seguido los elementos policiacos ofrecieron su apoyo en caso de cualquier situación que se presente al ingresar al inmueble.
Muy pocos son los aficionados que se paseaban por la explanada del estadio, la mayoría de ellos viajaron en autos particulares y por sus propios medios.