Los gallos volvieron a las andadas, sufrieron una dolorosa derrota de 2-0 ante los campeones, la Máquina del Cruz Azul, y con este resultado suman 25 juegos sin conocer la victoria en patio ajeno, el equipo mostró muy poco en el Azteca y sufrió un descalabro más en el torneo.
EL PARTIDO
Querétaro no se complicó y repitió el mismo cuadro que ganó en la jornada pasada. De inicio, las acciones tomaron el rumbo esperado. Cruz Azul comenzó con enjundia. Su intención de cambiar las cosas a su favor fue evidente. Querétaro fue obligado a replegarse, buscar el error del rival y sorprender, lo cual no ocurrió en ningún momento.
Orbelín Pineda avisó. Los cementeros optaron por un juego con amplitud en los costados. Adrián Aldrete por izquierda y Nacho Rivero en la derecha fue la forma como buscaron hacer daño, sin embargo, los centros no encontraron rematador.
Del lado visitante sólo existió una llegada, con todo y que Pablo Barrera se le vio animado y con ganas de hacer daño. En una de esas dejó solo a Nicolás Sosa, pero el delantero uruguayo falló en su disparo. El balón pasó muy cerca. Gudiño sólo observó la trayectoria sin implicarse a fondo.
La afición azul puso el ambiente en la tribuna y contagió a sus jugadores. El equipo de casa fue insistente y tuvo su justo premio, con todo y error del rival. Cruz Azul fue más y lo mereció.
Maximiliano Perg retrasó mal un balón de trámite, Cervantes no le entendió y Angulo robó la redonda. En cuestión de segundos llegó al área, recortó a ambos zagueros, se deshizo de su marca y cruzó con potencia al portero Aguerre. El Cuco, como segundo mejor anotador en la era Reynoso respondió.
La Máquina agarró confianza e intentó acelerar con todos sus motores disponibles. Lejos de confirmarse con su mínima ventaja, buscó el segundo con urgencia, pero esa dinámica cambió en el complemento.
Los Gallos, obligados por ir abajo, quisieron hacerse del esférico y llegó un lapso en el que lo lograron. Los capitalinos concedieron espacios, fueron permisivos e hicieron que su rival creciera poco a poco. Querétaro se levantó y fue mejor, pero se encontró con la figura del portero celeste.
Cruz Azul entregó el partido, cuidó el 1-0 y le salió. La visita no pudo y Lucas Passerini desde los once pasos concretó el respiro celeste.