México después de 52 años superó a Cuba en el cuadro general de medallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se realizaron en Barranquilla, del 19 de julio al 3 de agosto, con una delegación de 673 deportistas, la más numerosa de esta celebración deportiva junto a los anfitriones colombianos.
El 50% de los deportistas subieron al podio en la primera parada del ciclo olímpico con la obtención de 341 preseas, de las cuales 132 fueron de oro, 118 de plata y 91 de bronce, lo que no supera el máximo histórico de preseas, pero se lograron con ausencia de Cuba.
Se esperaba una pelea más cerrada con los históricos rivales de la Isla Mayor y el país anfitrión que decepcionó a los suyos. Las mexicanas fueron el bastión de los resultados obtenidos por nuestro país, las chicas lograron una cosecha de 183 preseas por 136 de los varones.
En cuanto a las preseas doradas, con la última que conquistó la maratonista Madaí Pérez, la diferencia fue menor, 68 oros de las damas por 51 de los caballeros, en cuanto al resumen estadístico que mereció la felicitación del presidente de la República Enrique Peña Nieto con la mención de que son orgullo de México.
Liliana Ibáñez conservó el liderato como máxima ganadora de preseas, nueve de nueve logradas en la natación, cinco de oro en los relevos que participo y en pruebas individuales una de plata y tres de bronce. En la tercera posición de este cuadro lo ocuparon las nadadoras artísticas Karem Achach, Nuria Diosdado y Joana Jiménez con la suma de cinco metales dorados.
Dentro de las actuaciones históricas Nuria Diosdado y Samantha Terán alcanzaron a la especialista en gimnasia rítmica Cynthia Valdez, como las máximas ganadoras de medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe con un total de 14.
En la cima del medallero por deportes, los primeros cinco lugares por el número de preseas obtenidas, la natación se encumbró en el medallero, con la suma de sus cinco disciplinas: la natación, natación artística, aguas abiertas, clavados y polo acuático, con una suma de 28 oros, 23 platas y 15 bronces para un total de 66.
Le siguió el tiro deportivo, la revelación de México en el deporte al ocupar el segundo lugar al cosechar 13 preseas de oro, 8 de plata y 6 de bronce para un total de 27; el ciclismo también de los deportes más sobresalientes del equipo nacional, en sus especialidades de ruta, montaña, BMX y pista, con 10 metales dorados, seis argentos y cuatro bronces para 20 en total y colocarse en el tercer sitio; le siguió en cuarto y quinto, el taekwondo en combate y poomsae ( 8 – 7 – 5) y atletismo en sus diferentes pruebas (8 – 4 – 5).
Dentro de las 47 disciplinas que se disputaron, México se colocó como líder en el cuadro de honor en 17 deportes: aguas abiertas, ciclismo de montaña, ciclismo de pista, clavados, ecuestres, futbol, gimnasia de trampolín, gimnasia rítmica, natación, natación artística, racquetbol, remo, squash, taekwondo, tiro deportivo, tiro con arco y triatlón.
En ocho deportes, se ubicaron en el segundo sitio del medallero; ocho en el tercer sitio, ocho en el cuarto; tres en el quinto; uno en el sexto; no figuraron en el cuadro de medallas solamente el baloncesto, baloncesto 3 x 3 y el béisbol.
Así se consumó la mejor actuación de México de su historia, desde 1966, en San Juan de Puerto Rico, cuando tuvo por última vez el liderazgo de la región, con 38 oros por 35 de Cuba. Cuatro años después, bajo una nueva estructura deportiva, los cubanos le dieron una lección a los mexicanos con 98 oros por 38 de nuestro país, en 1970, el año de la Copa Mundial de Futbol.
Si bien no ha sido el máximo histórico de preseas, México alcanzó 351 preseas en el 2002, 384 en el 2010 y 332 en el 2014, dos de esas versiones con la ausencia de Cuba. Ya son otras condiciones, no se marcó mucho la diferencia de hace cuatro años cuando fuimos anfitriones, pero en deportes que habían sido un fracaso regresaron por la senda de las medallas y siempre que se respira una atmosfera así, la inercia de los resultados se concretaron en Barranquilla 2018.