Sentir el toreo: Enrique Ponce

El próximo 19 de octubre Enrique Ponce reaparece en la Plaza de Toros Santa María en la Fiesta en la Cumbre del Arte, mano a mano con el queretano Octavio García “El Payo” y el joven rejoneador también queretano Tarik Othón

Andrés Estévez Nieto|Diario de Querétaro

  · lunes 14 de octubre de 2019

VALLADOLID, España.- Después de un nuevo triunfo en España, en una tarde memorable indultando a un toro, reaparecerá en México en la Plaza de Toros Santa María de Querétaro el maestro Enrique Ponce en la temporada 2019 - 20 “Fiesta en la Cumbre del Arte” el próximo 19 de octubre.

En entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO, Enrique Ponce habló del ánimo que tiene de pisar nuevamente tierras queretanas, luego de superar aquella terrible cogida en la Feria de Fallas, que casi lo deja sin torear. Con ánimo y entrega, como si estuviera saliendo de las filas de los novilleros, que motiva a seguir creando arte, Enrique Ponce destaca que su mayor motivación para ir al ruedo “es sentir el toreo”.

“(Mi mayor motivación es) el ser lo que soy y el poder realizarlo cada tarde. No tiene una explicación lógica, creo que se torea por vocación ante todo, y yo ante todo por los impulsos que siento, y siento que para mí torear es mi vida”.

Tras sufrir una grave lesión en la rodilla, que afortunadamente no le dejó secuelas, regresó cuatro meses después en el puerto de Santa María con una aparición “soñada”: “Llegue a la conclusión de que es lo que soy, es lo que siento, toreo porque es mi forma de vida. Por supuesto me encuentro bien físicamente; ahora pasando una lesión tan grave como la que he tenido en la rodilla, que temía ya no poder quedar bien para la vida normal, no tiene secuelas. Me quedó claro, el pronóstico era grave, nos asustaba a todos. La verdad es increíble que me he recuperado en cuatro meses y medio y volví a torear”.

Valiente defensor de la fiesta de los toros, que ha creado gran polémica por el respeto a estos animales, el maestro Enrique Ponce dice sentirse orgulloso de ser torero y defender los valores que conlleva la fiesta brava. “Creo que es una lucha que en estos tiempo tenemos, porque, dices, las redes sociales están más activas que nunca en el tema antitaurino, pero también nosotros, no hay que darle muchas vueltas, hay que defender lo nuestro ante todo en el tema político, que es realmente donde pueden hacernos daño, cada uno es libre de pensar y opinar lo que quiera y creo que la base está en el respeto mutuo”.

“Yo respeto a la gente que no le gusta los toros y a nadie se les obliga ir, no tienen que ir. El tema político sí es el que nos puede preocupar, porque han politizado la fiesta y, claro, un alcalde, un presidente antitaurino, puede en un momento dado cerrar una plaza de toros o puede hacer daño”.

“Amamos al toro, lo defendemos y gracias a nosotros y las corridas el animal existe. Es difícil que lo entiendan porque te dicen: ‘lo matáis y hacéis sufrir’, pero hay que entender que el toro bravo es un animal único, está preparado genéticamente, a través de los siglos ha evolucionado; el toro que hoy tenemos es un animal que está preparado para lidiar una corrida, no se puede comparar un toro bravo con una oveja, un perro o un caballo, el toro acomete y embiste por sus impulsos y lo que lleva adentro en su sangre. Entonces, si el sufrimiento fuera real, el toro huiría”.

Al ser también criador de toros de lidia, Enrique Ponce respeta, admira y ama al animal “porque puede tener la gloria en su muerte. Incluso puede salvar la vida, se indulta por su bravura y vuelve al campo, se le cuidan sus heridas, que no son mortales. Cuando se indulta y vive en el campo como semental para mantener y perpetuar la bravura y especie, es privilegiado, muere –por así decir- para perpetuar esa especie”.

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El próximo 19 de octubre Enrique Ponce reaparece en la Plaza de Toros Santa María en la Fiesta en la Cumbre del Arte, mano a mano con el torero de la tierra Octavio García “El Payo” y el nuevo fenómeno del rejoneo en México el también queretano Tarik Othón.

“Yo le tengo un cariño muy especial a la Santa María de Querétaro, ahí me presenté como matador de toros la primera vez en México, con un vestido azul como el de hoy. En Querétaro he tenido grandes tardes, grandes triunfos. Ha sido una afición que me encanta, me trasmite emociones. El próximo 19 de octubre ahí estaremos para volver a sentir la afición maravillosa, ya no de Querétaro, en general de México”.

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