Tarde redonda en la corrida de Navidad en la Santa María

El madrileño Fernando Robleño se fue en silencio luego de una buena carta de presentación en estas tierras

Paulina Rico | Colaboradora Diario de Querétaro

  · jueves 26 de diciembre de 2019

Foto: Yolanda Longino | Diario de Querétaro

Tres triunfadores resultaron de la tradicional corrida navideña en Plaza de Toros Santa María. El torero queretano, Luis Manuel Pérez “El Canelo” cortó una oreja, tarde en la que también el rejoneador Andy Cartagena desprendió otro tanto luego de gran actuación en compañía de su cuadra y los Forcados Queretanos; el hidrocálido, Leo Valadez no se quedó atrás y logró el corte de una oreja así como faenas de gran calado. Por su parte, el madrileño Fernando Robleño se fue en silencio luego de una buena carta de presentación en estas tierras.

ANDY CARTAGENA

Vestido a la usanza española Andy saludó a “Guadito” de 525kgs, burel de buena presencia al que le dejó un rejón para hacerle sangre. En tercio de aretes inició toreando a la grupa para luego torear con la cola del caballo tan ceñido a los cuartos traseros que los suspiros de admiración fueron desprendidos de inmediato.

Dotes de alta escuela por parte de la cuadra de Cartagena y un caballo rampante lucidor desprendieron las palmas del graderío.

Para la mitad de su actuación, los Forcados Queretanos saltaron al ruedo para realizar una valerosa y efectiva pega al primer intento.

Un par de banderillas y galope más preparararon al De la Mora para el acero. Grandeza y destreza para caminar a dos patas con el caballo de sol a sombra, desbordaron las palmas del graderío. Acero en buen sitio dejó un ejemplar finiquitado. Agradecimiento caballo y jinete en el centro del pandero una estampa torera. Una oreja y ovación para el rejoneador en compañía del Forcado de cara.

FERNANDO ROBLEÑO

En tabaco y oro, Robleño se presentó en la Santa María de Querétaro por primera para recibir a “Chichimeco” de 515 kgs, quien metió en apuros durante el tercio de banderillas.

En faena intentó por derecha a compás abierto y remates de pecho, tandas de poco caldo ante uno que deslucía por su recorrido e incierto comportamiento.

Turno breve el del madrileño para tirarse con un estoque en gran sitio al segundo viaje. Palmas de un sector.

Con “Comilón” de 525 kgs, Robleño toreó por derecha, faltándole correr con más naturalidad la mano de pitón a rabo pero desprendiendo buenas tandas, poca transmisión ante la falta de ayuda de materia prima. Buena carta de presentación la del torero madrileño. Estoque certero le mereció una vuelta al ruedo.

LUIS MANUEL PÉREZ “EL CANELO”

En verde botella y oro, El Canelo recibió a “Osado” de 515 kgs, negro, bragado, lucero al que le dejó dos pullazos en varas.

Emotivo brindis del queretano, quien se plantó al centro del pandero y dedicó a toda la afición; preparado se plantó en la cara del astado y sacó la muleta para sentir su primer muletazo y otros más de estudio. Por derecha y a compás abierto le desprendió otras tandas de buen recorrido. Toro quieto que luego de un largo respiro cambió de lidia, le fue a menos y complicó ligar. En tablas cambió la espada y se tiró en varias ocasiones con pinchazos, tras un aviso y luego de un descabello se quedó en silencio con su primero de lote.

Con “Rizozo” de 560 kgs, El Canelo dedicó a la afición la colocación del tercio de banderillas, gran actuación y habilidad la del queretano quien siempre se ha destacado por este tercio.

En la suerte suprema dejó un pinchazo, un acero entero y un golpe de descabello, otorgándole la autoridad una oreja entre división de opiniones.


LEO VALADEZ

En azul cielo y oro, Leo saludó con vistosos saludos capoteros a “Mayoral” de 490 kgs, negro entrepelado al que le dejó con buenas habilidades los tres pares de banderillas.

Inicio de faena con muletazos de rodillas y remate de pie con pecho y trinchera englosinados toro y torero.

De cara a su actuación con muleta, se quitó las zapatillas para iniciar con rodillas flexionadas. Por izquierda intentó al natural, desprendiendo varias tandas de disfrute que al ritmo de la “pelea de gallos” desbordaron los oles. Gran actuación la del hidrocálido, quien después de un par de pinchazos recibió un apéndice.

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