En su carrera hacia igualar el récord de 24º títulos de Grand Slam, Serena Williams tendrá el sábado su primera prueba de fuego en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos ante Sloane Stephens, quien también conoce la victoria en Nueva York.
El choque entre las estadounidenses será la estrella del menú del sábado, en el que la pareja colombiana Robert Farah y Juan Sebastián Cabal retomarán su camino hacia la defensa del título logrado en 2019 y también volverán a escena los candidatos Dominic Thiem y Daniil Medvedev.
En un US Open sin aficionados por culpa del coronavirus, ni Williams ni Stephens contarán con el habitual apoyo desde las gradas en su batalla por un lugar en los octavos de final del Abierto, trofeo que la primera ha alzado en seis ocasiones (1999, 2002, 2008, 2012, 2013 y 2014) y la segunda una vez (2017).
"Sé que si hubiera aficionados (la cancha) estaría tan prendida, y estoy un poco triste de que no pueda ser porque sería muy divertido", dijo Stephens, actual número 39 de WTA.
"Obviamente sin aficionados, el ambiente no será tan grande, pero es una gran oportunidad para jugar contra una de las mejores jugadoras del mundo", subrayó la estadounidense, de 27 años.
Stephens "es tan buena jugadora", le reconoció Williams. "Juega tan fluido (...) Ha ganado aquí antes y no será fácil".
A sus 38 años, Williams quiere aprovechar las numerosas e importantes ausencias en el cuadro femenino de este año en Nueva York para alcanzar su ansiado título 24 de Grand Slam que la iguale en el récord de Margaret Court.
La joven Sofia Kenin, primera posicionada de WTA en el Abierto tras la caída de la checa Karolina Pliskova en segunda ronda, jugará también el sábado su tercera ronda ante la tunecina Ons Jabeur (número 31 de WTA).
De su lado, la ex número uno mundial Victoria Azarenka (27) jugará contra la polaca Iga Swiatek (57) en su intento de repetir el éxito de la semana pasada en el torneo Premier de Cincinnati, donde alzó su primer título desde que se convirtió en madre en 2016.
Farah y Cabal, segundo turno
En la categoría de dobles, los colombianos Robert Farah y Juan Sebastián Cabal se enfrentarán en segunda ronda al holandés Jean-Julien Rojer y al rumano Horia Tecau por un lugar en los cuartos de final.
Farah y Cabal, la mejor pareja del ranking ATP y los únicos latinoamericanos que siguen vivos en Nueva York, dieron una mejor impresión en su estreno del jueves que la semana pasada en el Masters 1000 de Cincinniti, donde pagaron la inactividad cayendo en el estreno.
Los colombianos aspiran a repetir su sonado éxito del año pasado en el US Open, donde alzaron el título solo meses después de ganar su primer Grand Slam en Wimbledon.
En el cuadro individual masculino, volverán a escena el segundo y tercer cabezas de serie, el austriaco Dominic Thiem y el ruso Daniil Medvedev, que también quieren beneficiarse de grandes ausencias como las de Rafa Nadal y Roger Federer para alzar su primer título de Grand Slam.
Thiem enfrentará al croata Marin Cilic, número 38 de ATP, por un lugar en los octavos, donde el viernes se instaló cómodamente el número uno mundial Novak Djokovic.
Medvedev, de su lado, jugará contra el joven estadounidense JJ Wolf, que está siendo una de las sensaciones de este US Open.
Wolf, de 21 años y número 138 de ATP, fue el verdugo del argentino Guido Pella (número 36) y del español Roberto Carballés (101) en las dos primeras rondas.
Otro español, Roberto Bautista (octavo sembrado), enfrentará al canadiense Vasek Pospisil por un lugar en los octavos, donde ya están clasificados sus compatriotas Alejandro Davidovich y Pablo Carreño, que tendrán dos enfrentamientos muy complicados ante Alexander Zverev y Novak Djokovic.
Con numerosas medidas de prevención, los organizadores del US Open tratan de mantener el torneo a resguardo de la pandemia de coronavirus.
El viernes, sin embargo, se vivieron momentos de gran confusión en Flushing Meadows por el retraso de casi tres horas en el inicio de la eliminatoria entre el francés Adrian Mannarino y el alemán Zverev.
El retraso fue atribuido por los tenistas a un intento de autoridades del estado de Nueva York de impedir que Mannarino jugara por haber estado en contacto con el también francés Benoit Paire, excluido el pasado fin de semana del Grand Slam por su positivo de coronavirus.