Lo cierto es que se espera un duelo candente entre los dosclubes más trascendentes del balompié nacional en la últimatemporada, cada uno con sus respectivos logros; con mejor ritmo enel caso del local y con menor cansancio en el de la visita.
Tigres tendrá la incógnita de saber si contará con suinsignia en ataque, el francés André-Pierre Gignac, quien saliócon un esguince cervical en el partido de ida el pasado jueves enel estadio Azteca, lo que obligaría al técnico Ricardo Ferretti amodificar.
Además, el estratega brasileño tiene la obligación de salir aproponer el encuentro pues en el primer episodio se mostró untanto precavido y se cuidó de más, por lo que en este duelo ya noestá en condiciones de jugar a esperar al rival, ya que esto lepodría costar el título.
La escuadra “azulcrema”, por su parte, mostró un poco demás ambición en ese primer cotejo a pesar del supuesto cansanciocon el que regresó del Mundial de Clubes realizado en Japón, yahora un poco más repuesto de ese trajín puede ser más peligrosoen la definición por el campeonato.
En el seno del equipo se espera que el penalti fallado por OribePeralta no influya en el resultado final, en caso de que se dé unmarcador más cerrado, aunque para un equipo como América eso debequedar en segundo plano para buscar definir de maneracategórica.
Por lo pronto, el regalo de Navidad está en espera del ganadordel encuentro, quien podrá llevárselo a casa y celebrarlo con suafición, y sólo se espera que el arbitraje no influya de ningunamanera para ningún lado, y que así se dé una final sinpolémica.