México, (Notimex).- Un balón de baloncesto es el mejor regalo para un infante de la comunidad triqui, porque ese deporte se ha convertido en una forma de vida de buen estudiante, hijo y deportista.
"Este balón es una oportunidad de vida", expresó Guillermo Merino, entrenador y director de la Academia Niños Triquis de Oaxaca, acompañado de siete niños, que asistieron a la Ciudad de México en su segundo campamento en el Deportivo Guelatao.
El objetivo, precisó el estratega, es celebrar el Día del Niño entre los chiquillos triquis con algunos de la ciudad que se dieron cita a los entrenamientos y a los partidos de convivencia, además de la entrega de regalos.
Durante los entrenamientos y partidos de convivencia, Gabriel Hernández Aguilar, quien nació el 24 de diciembre de 2008, lo hace descalzo como es característico en los niños triquis y por lo cual alcanzaron la fama mundial y también por ganar diversos torneos y en especial aquel Cuarto Festival Internacional de Minibasquetbol realizado en Argentina en octubre de 2013.
"Es bien padre disfrutar con los demás niños de la ciudad, porque algunos equipos vienen a jugar y a convivir con nosotros, la pasemos bien, por eso vinimos para convivir con los de aquí", expresó Gabriel en entrevista con Notimex.
Muy contento compartió que ha festejado el Día del Niño en la escuela, pues cada año les hacen convivio o van a una alberca o jugamos y nos les regalos, ya sea un balón o juguetes.
Cuestionado qué se siente ser niño, respondió que se siente feliz. “Ahora que estoy en quinto grado quiero regresar a ser otra vez de cinco años, porque es divertido ser chiquito, cuando vas creciendo ya no te estás divirtiendo".
Precisó que el basquetbol lo hace más feliz porque es un deporte bonito. "Si no hubiera practicado el basquetbol no estuviera aquí, en la Ciudad de México, estuviera en mi pueblo haciendo otras cosas. El basquetbol es mucho para mí".
A través de este deporte sabe muy bien lo que tiene que hacer y, primero, es la escuela, estudiar y tener como mínimo un promedio de 8.5 en las calificaciones; segundo, hablar su lengua materna; y, tercero, ayudar en los quehaceres de su casa, a sus papás y sus tres hermanos.
Gabriel Hernández Aguilar inició la entrevista con respuestas breves, pero luego explicó que a veces le da miedo hablar porque no está acostumbra, “nos da nervios y pena, pero ya me estoy acostumbrando y es divertido que nos tomen fotos y las publiquen y nos conozcan en otros países”.
Para el entrenador Guillermo Merino está claro que el balón es una oportunidad de vida para los niños, “porque gracias a ello, salimos de nuestras comunidades y conocimos otros estados y países, y, sobre todo, haciendo amistades con diferentes personas".
Ahora que han podido trascender, quieren dar oportunidad a niños de otras regiones y ciudades para que vean que el balón no solamente es para distraerse, sino que puede rescatar vidas.
“En nuestras comunidades adelantamos el Día del Niño porque hace un mes entregamos balones a todos los infantes y ahora están muy contentos. Cada niño recibió un balón y son felices”, apuntó.
Los festejos continuarán los días 3 y 4 de mayo en su comunidad con un torneo, donde van a participar niños de preescolar y de primaria, a quienes se le va entregar un balón de baloncesto, que en su quehacer se ha convertido en un símbolo de vida.
Sobre la agenda, reveló que 15 y 17 de mayo asistirán a Aguascalientes; 30 de mayo 1 y 2 de junio estarán en Chiapas; a mediados de junio en Río Bravo, Tamaulipas; y para finalizar junio a Celaya con siete equipos que equivaldría entre 60 o 70 niños.
Para el plano internacional tiene programado un viaje a Orlando, Florida, sí es que tienen el apoyo para el viaje.