Las apps se han convertido en grandes aliadas para buscar el amor, pero aunque a muchos les ha funcionado, otros definitivamente han tenido experiencia de horror. El amor en el tiempo de las telecomunicaciones comenzó su auge en la década de los 90, cuando entró a la vida de miles de personas en el mundo la magia del internet, aunque no todos tenían acceso a este y era muy habitual acudir a ciber cafés, no solo para realizar un trabajo, una tarea o consultar alguna información, también en esos lugares se hacía presente cupido.
Y quién no recuerda que hasta cabinas había con audífonos para una cita romántica en el famoso “LatinChat”, una aplicación en busca de parejas en todo el mundo y la cual estaba dividida en salas de colores donde iban desde una amistad hasta un candente encuentro cibernético.
Hoy en día la conectividad remota tiene un mercado del romance muy alto, la generación Z está más dada a hacer el famoso match a través de aplicaciones, que hace 20 años donde estos encuentros se hacían más por suspicacia que por realmente encontrar una relación estable.
El ligue cibernético ahora es más común y entre nuestros amigos se puede encontrar parejas que se conocieron en alguna app y hoy están felizmente casados o por lo menos viviendo en unión libre y ya con hijos.
Sandra recuerda su experiencia a principios del año 2000 cuando tenía 17 años “me encantaba ir al cyber, me metía a LatinChat y ahí podía estar horas. No sé si antes no había tanta inseguridad o éramos más aventados, pero ahí conocí a un tipo que era de México, vino a Querétaro para encontrarnos y ¡horror!, era muy lindo cuando me escribía, pero en persona era espantoso, nada que ver como se describía y mucho menos como lo idealice. Recuerdo que cuando lo vi, quedé impactada y le mentí, diciéndole que no era yo, me cambié el nombre y le dije que muy seguro le habían mentido, me dijo mil cosas luego por el chat ”, cuenta entre risas.
Jazmín conoció a quien ella juró era el amor de su vida; el hombre en cuestión era de Tamaulipas y después de un año de conocerse en la aplicación de parejas de Facebook por fin se conocieron. Al tiempo que comenzaron a vivir juntos ella se enteró que esta persona era casada en su ciudad natal y a la esposa le había dicho que trabajaría en Querétaro, “fue muy triste, un episodio que no quiero ni acordarme, tengo un niño de esa relación pero el tipo un día se fue y no he vuelto a saber nada de él”, confesó.
Jaime García menciona que en Tinder conoció a Lucía, una chica con la que sostuvo un relación por 2 años, ella de Argentina y él de San Juan del Río, “la pasábamos muy bien, incluso nuestras citas eran los viernes por la tarde (…) nos conectábamos, pedíamos comida a domicilio, destapábamos una botella, brindábamos, luego teníamos cibersexo, hasta que hubo la oportunidad que fuera a su país para conocernos, nos comprometimos, hoy estamos casados por ya 5 años y tenemos un bebé, fue algo maravilloso”.
Para la comunidad LGBT + la aplicación de Grindr, también es parte de los canales de cupido, sin embargo expertos en protección de datos la han catalogado como la peor app de ligue de hecho, es tan mala que, recientemente, la Autoridad de Protección de Datos de Noruega amenazó a la compañía con una multa de 11.7 millones de dólares por compartir ilegalmente información personal privada con empresas de publicidad.
Desde que Grindr inició actividades en el año 2009 es la mayor aplicación de citas gay del mundo, pero dado a las jugosas ganancias económicas para sus creadores, estos no tuvieron escrúpulos en vender ilegalmente información confidencial y sensible de sus usuarios. En 2018, se descubrió que Grindr reveló información de usuarios, relativa al VIH, a empresas, pues la aplicación pedía a sus usuarios que proporcionarán una información tan delicada como esta, para luego venderla, esta práctica pudo haberse convertido en un asunto de seguridad nacional cuando la compañía fue vendida a un magnate chino en 2016. En 2020, al parecer, el gobierno de EE. UU. intervino y forzó su venta a otro comprador.
Aún con todo lo que implica entablar una relación por medio de las apps de ligue, cada vez más personas acceden a buscar una aventura ocasional e incluso a encontrar a la pareja ideal y entre los lugares más solicitados por los usuarios están:
Solteros con nivel: un sitio donde predominan gente con ciertos estándares culturales, auténticos y educados, donde la app te ayuda a encontrar el match perfecto dependiendo de lo que buscas.
Solteros de 50+: el sitio promete seguridad, discreción y además de buscar el amor, también ofrece conocer personas para amistad, donde puedan intercambiar experiencias y buenas pláticas.
Alma Latina: su característica principal es que los romances no son para entablar una relación formal, la mayoría buscan aventuras ocasionales y desde un principio sus usuarios ponen las “reglas del romance”.
C•Date: esta opción de ligue por internet tiene muchos usuarios pues según comentan expertos en las apps hay muchos filtros y seguridad para sus usuarios, además los perfiles están muy bien estructurados para encontrar a la persona ideal.
Otros sitios más comerciales son: Bumble, Badoo, Tinder, Lovoo, Luxy, Ligue, entre otros, donde el objetivo final es que los usuarios busquen entre los millones de usuarios registrados a su match perfecto.
Para el sociólogo Alejandro Huerta, las apps del corazón pueden ser un buen comienzo para quien le cuesta relacionarse, alguien que quiere ir paso a paso para entablar una relación, “cada persona es diferente, las apps te brindan la oportunidad de conocer a quien pudiera ser tu pareja ideal, desgraciadamente muchos usuarios hacen mal uso de ellas, por eso es que hay tanto desengaño e incluso tragedias”, explicó el especialista.
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Y es que si de casos terribles hablamos no hay que olvidar a “El Estafador de Tinder”, aquella serie basada en hechos reales y producida por Netflix, donde un hombre a través de la manipulación y el engaño logró despojar a varias mujeres de su patrimonio.
Finalmente la era tecnológica en la que estamos viviendo nos ofrece no solo encontrar diversión y buenos momentos, tal vez y con mucha suerte detrás de alguna de las miles de personas que están detrás de una pantalla o celular se encuentre el gran amor de nuestras vidas.
