De las rosas naturales sus pétalos son la única parte que se aprovecha y que tienen un sin fin de bondades para el cuidado del rostro y se pueden utilizar en la gastronomía.
La infusión se prepara, gracias a su destilación misma que al ser procesada se obtiene una solución acuosa que concentra sus propiedades. A ésta se le llama agua de rosas.
La dermatóloga Liliana Jiménez menciona que su uso tópico puede ayudar a tener una piel sana y bella y esto se debe a que es una fuente de antioxidantes y vitaminas.
Los antioxidantes del agua de rosas contribuyen a evitar los daños de los radicales libres en la piel, así, se puede prevenir el envejecimiento prematuro y algunas lesiones ocasionadas por el medio ambiente.
Su contenido en vitamina C la hace un auxiliar para preservar la juventud celular, eliminar manchas y atenuar estrías, la vitamina E que también contiene ayuda a hidratar y suavizar la piel.
A los pétalos se les atribuyen propiedades astringentes, antiinflamatorias, antisépticas y cicatrizantes, por ello, puede usarse el agua en algunos casos de piel seca o con tendencia al acné.
Por sus propiedades antibacterianas, este líquido es un buen aliado para las pieles con tendencia acneica, además de ayudar a disminuir el enrojecimiento.
Otro beneficio que se le achaca es que reduce las bolsas y ojeras, la farmacéutica Rosa Sánchez aconseja, guardar el agua de rosas en el refrigerador y rociarla en algodones para colocarlos unos minutos en los ojos y acabar así con la mirada cansada.