Raquel Reyes Galindo es una estudiante de 24 años de la carrera de Ingeniería en Innovación y Desarrollo del Tecnológico de Monterrey campus Querétaro que participó en el proyecto Uurich de la NASA, el cual fue llevado a la Estación Espacial Internacional.
En entrevista con Diario de Querétaro, la estudiante comentó que participó junto con otros 15 jóvenes mexicanos en el programa “Air and Space Program” de la NASA en noviembre de 2021. Ahí trabajaron en un proyecto llamado Uurich, que consistió en crear un mecanismo que pudiera ayudar a la investigación y exploraciones lunares.
“En noviembre de 2021 comenzamos a trabajar en este proyecto como parte del programa Air and Space Program de la NASA en Alabama, el proyecto consiste en realizar un mecanismo capaz de resistir las exploraciones lunares, fuimos 15 jóvenes mexicanos que estuvimos participando en el proyecto”, mencionó.
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El mecanismo tiene tamaño de una pulgada, 2.54 centímetros, ya que fue llevado a un espacio muy limitado; el mecanismo está hecho de fluorosilicona y su función consiste en tener un movimiento rotatorio que permita comprobar que la configuración del material empleado, resiste y funciona para poder ser auxiliar de otro mecanismo más grande diseñado para para la exploración lunar.
“Tiene un movimiento rotario por sí mismo, no ocupa un centro de carga; lo que buscamos comprobar es que la configuración del material resista al espacio y pueda funcionar como un auxiliar de un mecanismo más grande para la exploración lunar”, comentó Raquel Reyes.
Fue lanzado el 24 de marzo en un Falcon 9 de Space X como parte de la 27 misión de Servicios de Reabastecimiento Comercial de Dragón y estará en la Estación Espacial Internacional por 6 meses.
De manera mensual, sus compañeros de equipo recibirán una foto sobre los avances del mecanismo con la intención de ver el progreso y la duración del material.
“Estará por seis meses en la estación espacial internacional y de manera mensual nos mandarán una fotografía de los avances que tenga”, señaló.
Finalmente, comentó que independientemente de los resultados, comentó que este experimento es un avance para la industria aeroespacial por el hecho de que fueron jóvenes mexicanos quienes participaron, por lo que envió un mensaje a las nuevas generaciones a que se involucren en el mundo espacial, puesto que hay mucho por descubrir y mucho talento que pueda beneficiar al crecimiento de la industria aeroespacial en México.
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“Para nosotros no hay un resultado positivo o negativo, creo que el hecho de haber participado y tener un mecanismo en el espacio es mucha ganancia. Yo espero que la industria aeroespacial en México pueda seguir creciendo porque hay mucho talento y hay mucho por descubrir, buscamos a jóvenes que quieran desarrollarse en el mundo aeroespacial”, concluyó.
