Después de nueve años en el espacio profundo, donde confirmó dos mil 662 exoplanetas y observó 530 mil 506 estrellas, el telescopio espacial Kepler concluyó sus operaciones científicas.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) decidió retirarlo dentro de su órbita actual, lejos de la Tierra, luego de que el observatorio espacial se quedara sin combustible.
Lanzado el 6 de marzo de 2009, Kepler ha realizado muchos análisis, el más reciente reveló que de manera probable entre 20 y el 50 por ciento de las estrellas visibles en el cielo nocturno tengan planetas pequeños.
Dichos exoplanetas, podrían ser mundos rocosos, similares en tamaño a la Tierra y ubicados dentro de la zona habitable de sus estrellas progenitoras.
Lo anterior significa que están ubicadas a distancias de los astros anfitriones, donde el agua líquida, un ingrediente vital para la vida, podría acumularse en la superficie del planeta.
“Como la primera misión de caza de planetas de la NASA, Kepler ha superado todas nuestras expectativas. Sus descubrimientos han arrojado una nueva luz sobre nuestro lugar en el universo”, indicó el administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA en Washington, Thomas Zurbuchen.
Este telescopio espacial realizó el primer reconocimiento de los planetas en la Vía Láctea y se convirtió en la primera misión de la NASA para detectar planetas del tamaño de la Tierra en las zonas habitables fuera de la galaxia.
Sin embargo, cuatro años después de haber cumplido los objetivos principales de la misión, una serie de fallas mecánicas detuvieron de manera temporal las observaciones de Kepler.
Para reparar el daño, el equipo de la misión cambió el campo de visión de la nave espacial casi cada tres meses, esto permitió una misión extendida para este instrumento, apodado K2.
A pesar de que ya no estará en servicio, sus hallazgos serán la base para el satélite TESS, lanzado en abril de este año, con nuevos lotes de datos para la búsqueda de planetas que orbitan alrededor de 200 mil estrellas brillantes y cercanas a la Tierra.
Las observaciones de Kepler permitieron a los científicos comprender de mejor forma el comportamiento de las estrellas y sus propiedades.