Analizar, mapear y muestrear las partículas que fluyen a la Tierra desde los bordes del espacio interestelar, serán los objetivos de la nueva misión científica de la NASA, cuyo lanzamiento se prevé en 2024.
La Sonda interestelar de mapeo y aceleración (IMAP, por sus siglas en inglés) ayudará a los investigadores a comprender mejor los límites de la heliosfera, una especie de burbuja magnética que rodea y protege el sistema solar.
La heliosfera es la región donde el flujo constante de partículas del Sol, llamado viento solar, choca con el material del resto de la galaxia.
Dicha colisión limita la cantidad de radiación cósmica nociva que entra en la heliosfera, de este modo IMAP recogerá y analizará las partículas que lo atraviesan, detalló la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), en su página de internet.
“Este límite es donde nuestro Sol hace un gran esfuerzo para protegernos. IMAP es fundamental para ampliar nuestra comprensión de cómo funciona este filtro cósmico”, explicó el administrador asociado adjunto de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA en Washington, Dennis Andrucyk.
Agregó que las implicaciones de esta investigación podrían ir más allá de la consideración de los impactos terrestres cuando se busca enviar humanos al espacio profundo.
La nave estará ubicada a 1.5 millones de kilómetros de distancia de la Tierra hacia el Sol, en el llamado primer punto de Lagrange o L1, esto permitirá maximizar el uso de instrumentos para ver las interacciones entre el viento solar y medio interestelar en el sistema solar exterior.
La NASA destacó que la misión llevará 10 instrumentos de ciencia proporcionados por organizaciones de investigación nacionales e internacionales y universidades.