Un grupo de oenegés internacionales instó este martes a los países desarrollados a que donen una ayuda anual de 60.000 millones de dólares a los países más pobres para poder combatir la pérdida de biodiversidad.
Este llamamiento, firmado en particular por WWF, la UICN, Conservation International, Campaign for Nature y el Rainforest Trust, fue lanzado en tanto se desarrolla en Nairobi la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente.
Asimismo, tiene lugar algunas semanas antes de que se reanuden en Ginebra las negociaciones previas de la COP15 sobre la biodiversidad, prevista en China y que debería desembocar en un Convenio internacional sobre la preservación de ésta.
En su último informe, publicado el lunes, los expertos del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) insisten en cuanto los beneficios que se obtienen en ecosistemas saludables en lo que concierne al combate contra el cambio climático y atenuar sus efectos.
"El 30% de las amenazas mundiales sobre la biodiversidad son consecuencia del comercio internacional, en particular el de materias primas, producidas en países en desarrollo para ser utilizadas en los desarrollados", insisten las oenegés que lanzaron este llamado.
Los 60.000 millones de dólares anuales en ayudas permitirían atenuar "este impacto desproporcionado” de las necesidades de los países ricos, pero deberían estar acompañados "de un aumento de la financiación local, tanto pública como privada, para preservar la biodiversidad y del fin de éstas que sean perjudiciales para ésta".
De acuerdo a estimaciones de las oenegés, el monto total necesario para combatir la pérdida de biodiversidad alcanzaría a 844.000 millones de dólares anuales, "o sea, 711.000 millones más de lo que se invierte actualmente. Y, menos de 10.000 millones proceden en este momento de la financiación internacional".
Alcanzar ese monto de 60.000 millones de dólares "es factible", consideró en el marco de una conferencia de prensa Marco Lambertini, director general de WWF, advirtiendo que sobre todo es necesario "reorientar las inversiones actuales que provocan la destrucción (de la biodiversidad) hacia la preservación" de la naturaleza.
"Si existe una voluntad política es posible",insistió por su parte Patricia Zurita, de Birdlife international, destacando que "nos encontramos en un momento crítico de la crisis de la biodiversidad y el clima", solicitando alcanzar un compromiso lo más rápido posible.
Los países ricos, que se habían comprometido a proporcionar a los pobres, a partir de 2020, 100.000 millones de dólares al año en ayuda para combatir la crisis climática, aún no han cumplido su promesa.