La iluminación de las plantas nanobiónicas podría reemplazar a algunas luces eléctricas.
Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) crearon berros jóvenes que brillan en la oscuridad para iluminar ya sea cuando quieras leer un libro o dar un paseo por el jardín.
Un equipo dirigido por el doctor Michael Strano, prestigioso profesor de Ingeniería Química en el MIT, ha incorporado una serie de nanopartículas (partículas microscópicas) especializadas a las hojas de una planta de berros, induciéndola a emitir una luz tenue durante casi cuatro horas, informa el MIT.
Los investigadores creen que, cunado consigan optimizar esta técnica de nanotecnología, estas plantas llegarán a ser lo suficientemente brillantes como para iluminar un espacio de trabajo.
Esta tecnología también podría usarse para proporcionar iluminación interior de baja intensidad o para transformar los árboles en farolas autónomas.
“La ingeniería de plantas vivas para la emisión de luz visible y la iluminación sostenible es convincente, porque las plantas poseen mecanismos independientes de generación y almacenamiento de energía”, responde Seon-Yeong Kwak.
“Las plantas son doblemente negativas en carbono, lo que significa que consumen CO2 en su producción de combustible y que ellas mismas son el producto de la fijación del carbono de la atmósfera (conversión del CO2 en compuestos orgánicos)”, explica el investigador.
Las plantas son lo último en iluminación biónica y sostenible, y no dependen de ninguna infraestructura humana, además de que están bien adaptadas al entorno exterior.
VEGETALES CON SUPERPODERES
Las denominadas ‘plantas nanobiónicas’ son un nueva área de investigación promovida por el laboratorio de Strano (https://srg.mit.edu), donde incrustan diferentes tipos de nanopartículas y diseñan vegetales que se encargan de muchas de las funciones que ahora realizan los dispositivos eléctricos.
El equipo de Strano ya ha aplicado esta tecnología para diseñar plantas que pueden detectar explosivos y que comunican esa información a un teléfono inteligente, así como vegetales con sensores electrónicos en sus hojas, que advierten cuando comienzan a escasear el agua, según el MIT.
Los científicos de esta institución también han desarrollado una planta nanobiónica capaz de capturar un 30 por ciento más de energía de la luz, insertando nanotubos de carbono en las células que producen la fotosíntesis, y confiriéndole la capacidad de detectar contaminantes, como el gas óxido nítrico.
“La iluminación, que representa aproximadamente el 20 por ciento del consumo mundial de energía, es uno de los objetivos lógicos de la tecnología de estas plantas tan especiales”, según Strano, quien destaca que "las plantas pueden autorrepararse, tienen su propia energía y ya están adaptadas al entorno exterior".
Para crear sus plantas brillantes, el equipo del MIT recurrió a la luciferasa, la enzima que otorga la luz a las luciérnagas.
La luciferasa actúa sobre una molécula llamada luciferina, que la hace emitir luz, mientras que otra molécula llamada coenzima A, ayuda a este proceso eliminando un subproducto de la reacción bioquímica, que puede inhibir la actividad de la luciferasa.