Activistas ecologistas rociaron este martes con un líquido negro el famoso cuadro "Muerte y vida" del pintor austríaco Gustav Klimt, informó el Museo Leopold de Viena.
"Por desgracia fuimos víctimas de un ataque poco después de las 10H00 GMT", dijo a la AFP el portavoz del museo, Klaus Pokorny.
"Después de una primera verificación en presencia del equipo de restauración, podemos despejar toda preocupación sobre cualquier posible daño a la obra o a su marco original", precisó la institución en un comunicado.
El grupo "Última Generación", que reúne activistas alemanes y austríacos, reivindicaron la acción en Twitter difundiendo imágenes.
En las fotos, se ve a dos hombres atacando la obra, uno de ellos intentando pegar su mano al vidrio, antes de ser detenidos por un empleado.
"Cesen la destrucción (de la humanidad) con los combustibles fósiles. Nos precipitamos hacia un infierno climático", gritó uno de los activistas.
Este martes, la entrada al museo era gratuita por una jornada patrocinada por el grupo petrolero austríaco OMV.
"Las preocupaciones de los militantes son legítimas, pero atacar las obras de arte no es ciertamente la mejor manera de impedir los cambios previstos del clima", reaccionó el director del museo, Hans Peter Wipplinger.
Por su parte, la secretaria de Estado de Cultura, Andrea Mayer (ecologista), se mostró comprensiva ante las "inquietudes y también la desesperación" de los activistas, en un comunicado transmitido a la AFP.
Pero consideró que "aceptar el riesgo de daños irreversibles a las obras de arte no es el camino a seguir".
Los dos activistas no fueron arrestados, sino que son objeto de "una denuncia por daños materiales y alteración del orden público", indicó un portavoz de la policía austríaca, interrogado por la AFP.
El grupo activista se define como "la primera generación en experimentar el comienzo del colapso climático y la última que todavía puede detenerlo".
En las últimas semanas, activistas ecologistas han realizado acciones en todo el mundo atacando obras de arte para alertar a la opinión pública sobre el calentamiento global.
Entre las víctimas de los ataques hay dos obras de Goya del Museo del Prado en Madrid, los "Girasoles" de Van Gogh en Londres y una pintura de Claude Monet, en Potsdam, cerca de Berlín.
Si bien, ninguna de las pinturas fue dañada, el incidente de los "Girasoles" dejó daños en el marco de la pintura.
Tras los ataques, grandes museos internacionales como el Prado, el Louvre de París, o el Museo Guggenheim de Nueva York, declararon la semana pasada estar "profundamente conmocionados" por la amenaza contra obras que son "irremplazables".