Mucho se habla a nivel mundial sobre migración, más en países que tienen fronteras con países tercermundistas, como el nuestro.
Normalmente cuando hablamos de las razones por las cuales una persona se ve “obligada” a migrar, normalmente nos centramos en la falta de oportunidades laborales o de razones políticas.
En los últimos años se ha empezado a estudiar y hablar sobre los efectos del cambio climático en este fenómeno, ya que según la OIM se ha determinado que las estimaciones sugieren que entre 25 millones y mil millones de personas podrían realizar algún movimiento tanto interno o externo (dentro del país o entre países) a consecuencia de efectos ambientales durante los siguientes 40 años.
Esto es debido a que como resultado del cambio climático se intensifican los desastres naturales, y esto provoca una mayor degradación ambiental en ciertas regiones, lo que ocasiona que una gran cantidad personas puedan quedar sin vivienda y que se deterioren sus medios de producción, con lo cual hay invariablemente un incremento en la pobreza, y es en ese momento donde otras zonas menos afectadas se vuelven mucho más atractivas para algunas personas, con lo que se incentiva los movimientos migratorios.
En México, particularmente, es sabido que es común la migración al vecino del norte pero, por ejemplo, en el caso particular de la gente que habita en zonas costeras, esta migración ha venido aumentando en los últimos años debido al declive en una de las actividades primordiales de subsistencia como lo es la pesca.
Si bien la pesca para consumo es algo común y estable, cuando hablamos ya de una pesca comercial, los números son realmente bajos; esto es en muchos casos, como en Oaxaca, debido a que muchos de los peces están migrando a aguas más frías, en este caso al norte.
No existe mucha información al respecto, pero lo que sí es palpable en las comunidades donde tengo la fortuna de trabajar, es que la migración ha aumentado considerablemente y no solo en gente mayor de edad, cada vez son más los jóvenes que lo hacen.
Me cuesta un poco de trabajo creer las estimaciones, pero sí creo que estamos a tiempo de que en base a mejores planes de gobierno se puedan ir generando nichos donde los recursos sean manejados de manera sustentable y permita que las siguientes generaciones puedan al menos tener opciones y no solo arriesgarse a morir en un desierto.