Sin duda el mayor desastre que involucre petróleo en nuestro país es el que involucró, por ahí de 2010, a una plataforma de British Petroleum en el golfo de México. Por supuesto en aquella ocasión fue imposible ocultarlo por tres razones básicas: que murieron más de 11 personas que estaban en la plataforma, que la mancha de crudo sobre el mar era de varios kilómetros y un derrame de 4,9 millones de barriles de crudo, unos 795 millones de litros, que tardó en contenerse 87 días.
En aquella ocasión alzaron la voz desde los gobiernos municipales, hasta el gobierno federal; sumamente indignados por el ecocidio que se estaba viviendo. Claro, cuando les preguntabas que especies eran las más afectadas, ninguno de ellos sabía que las tortugas muertas eran de la especie Lepidochelys kempii, la especie endémica de México y que cada individuo es de suma importancia para la conservación de la especie.
Por supuesto una vez que pasaron unos meses y nadie volvió a recordar el episodio, aun cuando durante muchos meses se podían encontrar diversos peces, invertebrados e incluso algún animal de mayo talla muertos en la playa con claros efectos de la presencia de crudo en ellos. Incluso la gente local ya no dice nada cuando encuentran un gran pedazo de chapopote mientras construyen junto con sus hijos un castillo de arena.
Al final, es cierto eso de que los humanos somos animales de poca memoria. Esta semana volvió a ocurrir un derrame en las costas de Oaxaca, al menos un centenar de tortugas marinas salieron en condiciones lamentables a la playa y aún con el esfuerzo de la gente local, muchas de ellas no lograron sobrevivir. ¿Cuánta gente supo de esto? En general no hubo la atención mediática del 2010, pero al menos no fue tapada como la mayoría de esos 176 derrames y fugas que se han registrado entre 2018 y 2021 y que han tenido un impacto sumamente negativo no solo en la fauna y flora local, en muchos casos se han presentado como amenaza a la salud pública a través de infecciones estomacales por contaminación de mantos acuíferos. ¿Y quién ha pagado por esto? Al día de hoy a diferencia de lo que, sí existió por parte de British Petroleum, en donde al menos millones de dólares se usaron para la restauración, Pemex no se ha hecho responsable de ninguna de las consecuencias y por supuesto no se han desarrollado ninguna estrategia para disminuir la frecuencia y el impacto de esto que a todas leguas es mucho mayor en el tiempo y nunca logramos cerrar el luto que esto provoca.