Greenpeace denunció este jueves un aumento de 80% de la deforestación con fines de minería ilegal en las zonas protegidas y de 13% en las reservas indígenas de la Amazonía brasileña en los primeros cuatro meses del año.
En un comunicado basado en alertas de deforestación identificadas por satélite por el oficial Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), Greenpeace afirma que entre enero y abril fueron deforestadas 879,8 hectáreas de las áreas de conservación con fines de minería ilegal, un 80,62%% más que en el mismo período del año anterior.
En las áreas indígenas, el área deforestada con ese fin fue de 434,9 hectáreas en el primer cuatrimestre del año, un 13,44% más que en el mismo período de 2019.
Según Greenpeace, el 72% de toda la minería ilegal durante los primeros cuatro meses del año se dio en reservas indígenas, donde están formalmente prohibidas, y en zonas protegidas, donde solo se permite la extracción de minerales en casos precisos.
La ONG acompaña el comunicado con imágenes de sobrevuelos hechos entre el 12 y 13 de mayo.
El periodo analizado coincide con el avance de la pandemia del coronavirus a Brasil, que ya ha contagiado a más de 7.700 indígenas y terminado con la vida de casi 350, según datos de la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB).
"Considerando que los mineros ilegales son potenciales transmisores de la Covid-19 para los indígenas, si no se toman medidas urgentes la realidad será catastrófica en la región", advierte Carol Marçal, de la campaña Amazonia de Greenpeace Brasil.
Varias organizaciones ambientalistas alertan que 2020 va camino a convertirse en uno de los años más destructivos para la mayor selva tropical del planeta, incluso más que 2019, cuando los incendios desataron alarma internacional y fuertes críticas al presidente Jair Bolsonaro, un abierto partidario de las actividades extractivas y agropecuarias en zonas protegidas.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) advirtió este jueves del inicio "alarmante" de la temporada de incendios que completan el ciclo de la deforestación y se prolonga hasta octubre.
En total, fueron detectados por el INPE 1.469 focos de incendio, un 30% más que en el mismo período de 2019 y el mayor número de la última década.